Los diputados pampeanos fueron funcionales al gobierno de Macri y se sumaron al boicot oficialista. La oposición quería dar marcha atrás con el aumento del costo de los servicios públicos.
El Gobierno logró frustrar en la Cámara de Diputados una sesión especial de la oposición convocada para debatir proyectos que limitan los tarifazos de servicios públicos, que había logrado unir a todas las vertientes del peronismo.
Pero cuando llegó el último diputado que faltaba para el quórum, ya no estaba Alfredo Olmedo, el excéntrico salteño que se jacta de no faltar a ninguna sesión. Había cumplido con su ritual de asistir, pero cuando pasados 40 minutos de la hora del llamado y sólo faltaba un diputado para el quórum, pidió la palabra para pedir levantarla.
La sesión había sido convocada ayer por el kirchnerismo y por la noche sus referentes supieron que se sumarían y con proyecto propio Argentina Federal (el interbloque de los gobernadores) y el Frente Renovador, la inauguración en el Congreso del espacio electoral que lanzaron en Gualeguaychú.
La iniciativa, que fue detallada esta mañana por sus referentes, consiste en indexar la suba de tarifas a la movilidad de los salarios. Tiene aplicación desde noviembre de 2017, cuando empezó la última temporada de tarifazos. Las empresas deberían devolver lo que cobraron por encima de ese índice. Además baja el IVA a servicios públicos de pymes y se crea tarifa social con el 20 por ciento del valor de la tarifa.
Se presentaba como una salida racional a los proyectos del kirchnerismo, que directamente congelaban tarifas y hasta las retrotraían a enero de 2017.
El radical, Daniel Kroneberger, y el macrista, Martín Maquieyra, tomaron posición en contra de ponerle coto a los aumentos y le dieron su aval a los tarifazos al ausentarse de la sesión.