“HAY UNA SITUACIÓN CRÍTICA”
Los productores pampeanos atraviesan una situación alarmante y “crítica” a partir de la presión impositiva y la sequía, principalmente, por lo que hay cada vez más campos en venta en distintas zonas, según advirtió el presidente de la Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa, Víctor Tapié.
El dirigente ruralista señaló que “le pedimos al gobernador que declare la emergencia agropecuaria por la sequía y nos dijo que se va a dictar pero cuando tenga los informes del INTA”. La situación está afectando también a los pequeños y medianos productores en el noreste de la provincia, que comenzaron a poner en venta sus campos.
“En la parte ganadera, estamos teniendo ventas forzosas por este tema, nos estamos descapitalizando de hacienda y encima nos afecta el Impuesto a las Ganancias cuando en realidad estamos vendiendo porque no tenemos alternativa”, manifestó Tapié a LA ARENA.
Además, señaló que “se adelantó también la zafra de terneros” porque “históricamente empezaba a salir a fines de febrero, a principios de marzo, hasta mayo y este año ya arrancamos con los remates importantes en enero. Y al mismo tiempo también empezaron a salir las vacas de descartes, preñadas, viejas”.
“Un invierno sin pasto”.
“En realidad, estamos con una estrategia para resistir, adelantando la venta de terneros y las vacas que no rinden, aunque no estamos en un extremo como 2008 que empezamos a vender la vaca madre, pero sí la que está preñada”, siguió el dirigente.
Dijo que “vamos a entrar en una crisis, con un invierno sin pasto” y advirtió que ese escenario se profundiza con “la presión impositiva sobre el sector agropecuario que es alta, algo que le planteamos al gobernador (Carlos) Verna en una reunión en Casa de Gobierno”, con la participación de Carbap.
Tapie señaló que “recién estamos saliendo de la inundación” ocurrida durante el año pasado “y ahora tenemos la sequía, a lo que se suma la carga impositiva, es un momento complicado”.
Menos rentabilidad.
Comentó que la situación de la sequía origina problemas para producir y los ruralistas, pequeños y medianos, comenzaron a poner en venta sus campos. “Estamos complicados, por la carga impositiva y los malos años de cosecha y la poca capacidad para tomar herramientas financieras”, dijo.
Sin embargo, destacó que actualmente “el productor no está endeudado ni los campos en manos de los bancos, como ocurrió hace 20 años, y la situación es diferente, pero la rentabilidad no es la misma que hace un par de años, el negocio es acotado”.