ADOPTAN MEDIDAS DE PREVENCIÓN EN LA ESCUELA 104
Un alumno de la Escuela primaria 104 de Winifreda contrajo mononucleosis infecciosa en las últimas semanas y desde el establecimiento educativo adoptaron inmediatamente medidas preventivas para evitar la propagación de la enfermedad, que se contagia por medio de la saliva. El afectado se recupera en su casa.
Docentes y autoridades sanitarias pidieron a padres y madres “no entrar en pánico” porque la efectividad de contagio “es mínima”. Por este motivo, las clases no se suspendieron. La difusión de este caso permitió saber que la escuela ofrece el servicio de maestra a domicilio a los chicos que deben afrontar largos días de reposo para que no pierdan tareas.
La mononucleosis infecciosa es una infección causada, por lo general, por el virus de Epstein-Barr, que se disemina a través de la saliva. “Es una enfermedad viral cuyos síntomas son fiebre, faringitis y ganglios inflamados a nivel del cuello. También puede producir inflamación en el bazo, hígado y da mucha sensación de estar cansado todo el tiempo y con ganas de estar acostado”, abundó la pediatra del centro asistencial local, Florencia Carnicero.
“Esta patología no es cien por ciento contagiosa como la varicela, tiene un 6 por ciento de probabilidad de contagio, no es algo alarmante”, sostuvo. “Se da esporádicamente en otoño o primavera, algunos casos generalmente se dan más en adolescentes de 12 a 18 años incluso en la población joven de 20 a 22 años y raras ocasiones en los infantiles”, precisó.
El afectado fue aislado y se recupera en su casa. El tratamiento incluye analgésicos, remedios para la fiebre y mucho reposo. Mejorará en dos semanas a 45 días.
Medidas de protección.
Ante la confirmación de un caso, escuela y hospital articularon medidas universales de protección, que fueron informadas a los progenitores por la directora Alejandra Amione. “Como las anginas virósicas se pueden contagiar a través de la saliva, a partir de ahora cada grado tiene su dispenser con el bidón de agua mineral y cada chico debe traer de la casa su vasito y no compartirlo con nadie. Tomarán agua cuando lo crean necesario dentro del aula y a la vista de los docentes”, apuntó Amione.
“El niño que no trae su vaso, porque se lo puede olvidar, se lo vamos a proveer desde la escuela, lo tendrá hasta finalizar la jornada escolar y después lo lavaremos con lavandina”, agregó.
“A las clases de educación física estaban acostumbrados a llevarse la botellita con agua, pero las dejaban en el suelo y a veces tomaban de la botella equivocada. Les pedimos que no las traigan más, no se van a deshidratar porque hagan educación física y no tomen agua, de última se la pedirán al profesor o a los porteros”, continuó.
A esto se suma los hábitos de higiene. “En los baños deben tirar la cadena, lavarse las manos con jabón líquido, secarse con toalla de papel y tirarlo para evitar contagios. En la cocina, antes de tomar la leche o comer pan higienizarse las manos con alcohol en gel”.
Carnicero recomendó el lavado de manos con agua y jabón porque “el alcohol en gel mata cierto tipo de virus como los respiratorios pero a los intestinales, que producen diarreas, no los elimina”.
“No propagarlas”.
Amione solicitó a padres y madres que si sus hijos tienen enfermedades que aparecen en otoño como gastroenteritis, anginas, resfríos, gripes, no los envíen a la escuela para “no propagarlas”, aunque deben presentar el certificado médico que justifique la inasistencia.
“No van a perder los saberes que les da el docente, siempre hay una continuidad en esa cuestión, a veces los chicos se mandan los trabajos por mail”, dijo. “Si el reposo dura 20 ó 30 días y está justificado con un diagnóstico bien explicito y el certificado médico hacemos el trámite ante la Coordinadora solicitando una docente domiciliaria”, finalizó.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 11/04/2018 >