“HUBO MECANISMOS PARA SILENCIARNOS”
Al menos tres equipos profesionales del fútbol argentino están bajo investigación por supuestos abusos sexuales a jugadores de sus divisionales formativas. El escándalo estalló primero en el Club Atlético Independiente, luego le tocó a Temperley, y en los últimos días apareció una denuncia que involucra a River Plate.
Esta última denuncia fue presentada por la ONG Asociación de Víctimas de Violación (Avivi) por tres casos de presunto abuso sexual que habrían sufrido tres jugadores de las inferiores de River. En este contexto, donde se investiga si los casos tienen relación con una red de trata que prostituía a jugadores de las divisiones inferiores de Independiente, un programa radial emitido por FM 89.9 Radio con Vos, de Buenos Aires, trajo a escena la denuncia judicial realizada el año pasado por la madre de un joven que jugaba en las divisiones inferiores del club santarroseño Deportivo Mac Allister.
El periodista Alejandro Bercovich, conductor de “El Lobby”, dialogó el fin de semana con la madre que denunció al entrenador Héctor “Patilla” Kruber, a quien la Justicia de Bahía Blanca investigó y caratuló la causa de “abuso sexual y corrupción de menores”, luego de que la Justicia pampeana se declarara “incompetente” por tratarse de un hecho ocurrido en jurisdicción bonaerense.
Denuncia.
La madre de un joven que concurría al club Mac Allister denunció a Kruber en marzo del año 2017 por presunto abuso sexual en perjuicio de su hijo y de otros compañeros. La denuncia fue radicada en la fiscalía temática de Delitos que Impliquen Violencia Familiar y de Género a cargo de Marcos Sacco, quien en su momento ordenó un allanamiento en la vivienda del DT, en calle Larrea, del barrio Villa Alonso de la capital provincial.
En aquella ocasión la madre del menor aseguró que, durante un viaje a un club de la provincia de Buenos Aires donde tenía compromisos deportivos, el entrenador los hacía dormir desnudos y les habría insinuado que le hicieran sexo oral. Cuando la investigación comenzó a avanzar, la jueza María Florencia Meza debió declararse “incompetente” porque los hechos habían ocurrido en jurisdicción de Bahía Blanca. A partir de ahí la causa cayó en manos de la jueza de Garantías Nº 4, Marisa Promé, e intervino el fiscal Mauricio del Cero.
Al día de hoy sólo se puede decir que hubo algunas instancias judiciales, entre ellas una audiencia en Bahía que contó con diez testigos y al menor se le realizó una Cámara Gesell que, según detalló su madre, “dio positivo”.
Relato.
A través de “El Lobby”, Bercovich tuvo la posibilidad de dialogar con la madre denunciante quien le informó que “la decisión de hacer la denuncia estuvo desde el principio”.
“Charlamos mucho con mi hijo de hacer la denuncia y tomamos la decisión de denunciar”. En su charla, la mujer confió que desde la institución presidida por Patricio “Pato” Mac Allister “no hubo obstáculos para hacer la denuncia, pero sí hubo mecanismos para intentar silenciarnos” y recordó que “el presidente del Club nos pidió a todos los papás que mantengamos silencio, que se iba a ver cómo se podía armar una estrategia, para que no se entere nadie y para decirle a la gente que despidieron a este tipo por otras cuestiones. Lo mismo en reuniones posteriores, argumentando que la denuncia iba a ser perjudicial para el chico porque lo íbamos a exponer en una Cámara Gesell, que iba a volver a declarar y recordar lo que había pasado”.
“No estoy arrepentida”.
La mujer sostuvo que su hijo “recibió el alta psicológica” y -según lo expuso luego el entrevistador- el joven “tiene la posibilidad de continuar con su carrera en el exterior”.
Sin embargo Kruber continúa libre. “Somos pacientes y tenemos la esperanza de que este tipo esté donde tenga que estar. Lo doloroso es que ya pasó un año y la Justicia no lo metió preso”. Asimismo manifestó su descontento con respecto a la dirigencia del “Depor” porque “nunca recibí un llamado, ni un mensaje por parte del presidente. Cuando denuncié, los padres me sacaron del grupo de Whatsapp”. Con los casos que están ocurriendo, haber roto el código de silencio que se maneja en el ámbito del fútbol, el no callarse y denunciar, fue para esta madre “parte de hacer justicia”.
