La relación entre el presidente Mauricio Macri y el gobernador Carlos Verna pasa por uno de sus peores momentos. Una situación que ya no es ninguna novedad, dado que desde que asumieron ambos mandatarios las distancias han sido la marca permanente de su vínculo. El nuevo, y viejo, motivo es económico, pero el trasfondo es siempre político.
La única que no firmó
No duró mucho el acercamiento propuesto a fines de 2017, cuando todas eran buenas para el presidente. El Pacto Fiscal estalló en La Pampa y no es buena noticia para la Casa Rosada. Para los medios nacionales, desde una mirada porteñista, el gobernador Verna "profundizó su pelea" con Macri al no ratificar lo firmado; desde La Pampa, Verna rompió simbólicamente el documento por falta de cumplimiento de la gestión nacional.
Hay negociaciones para revertir esta situación y en los últimos días hubo llamados de funcionarios nacionales a legisladores nacionales del PJ. Quieren que el Pacto Fiscal salga adelante. Las otras provincias ya lo ratificaron: están las que forman parte de Cambiemos, las que esperan recibir los beneficios prometidos y las que lo necesitaban porque están ahorcadas financieramente. Y está La Pampa, que se echó atrás. Y bueno, San Luis. Directamente la "República autónoma" no lo firmó.
La interna y las promesas rotas
¿Quién no cumple? En noviembre pasado los ministros Rogelio Frigerio y Nicolás Dujovne habían prometido que se pagarían a La Pampa 430 millones de la deuda previsional de la caja jubilatoria pampeana del año 2016 y que se harían las auditorías para que se certifique la deuda por el no pago de 2009 a 2014 y que hoy llegaría a 3.000 millones de pesos a valores actualizados.
Verna firmó y dijo, en noviembre de 2017, un tanto más dialoguista, que con el Pacto Fiscal "ganaba el país". Pero apenas rubricado el escrito le puso paños fríos: el mandatario no confiaba en las promesas nacionales. La Legislatura pampeana dejó su aprobación para marzo a la espera que Nación cumpliera con el pago de los 430 millones de pesos. Y estalló la interna en la Casa Rosada: el jefe de Gabinete Marcos Peña, el vicejefe Mario Quintana y el titular de Anses, Emilio Basavilbaso, frenaron el envío de esos dineros.
El "jetón" y los ejemplos
No es posible más distancia política. Verna ha sido un "duro" para con el gobierno nacional y lejos ha estado de la moderación. Del otro lado, lo enfrentan por ser un "mal ejemplo", y no parece que tengan concesiones. Entre los funcionarios nacionales a Verna lo llaman el "jetón". En las reuniones de gobernadores o cuando estos deben tomar decisiones, es uno de los pocos que habla y expone una mirada crítica, y termina por "empiojar" cualquier postura del gobierno central. La Pampa tiene autonomía económica para imponerse a la caja nacional, no como la mayoría de las provincias, dependientes o subordinadas financieramente. La misma molestia se da cuando se reúnen los ministros de Economía o de Hacienda del interior del país. La mayoría ingresa con la cabeza baja pero cuando unos pocos funcionarios, los de las jurisdicciones más contestatarias, levantan las voz frente a las imposiciones nacionales, entonces el resto se suma a los reclamos y reproches.
Administrar la escasez
"Quieren secarnos", es el comentario en los pasillos de Casa de Gobierno sobre la postura política del macrismo. Los informes hablan de los pocos fondos que llegan para obras a la provincia. "Vivimos con lo nuestro, y con lo justo", afirma otro vocero consultado antes de entrar a la reunión de gabinete. "Estamos con la política de la administración de la escasez. Con lo que tenemos sostenemos la provincia", afirma otro. "El ministro Franco ya se olvidó hace tiempo de su teoría mimada del fondo anticíclico ", dice otro. La Provincia queda relegada en viviendas y el ministro de Salud se queja de la falta de medicamentos e insumos que deben llegar de Nación. La única buena noticia es que las cuentas están ordenadas y los sueldos estatales garantizados.
¿Por qué la deuda previsional con la caja jubilatoria de la Provincia es fundamental? No solo para hacer frente al déficit de la misma, y mantenerla en la órbita provincial como ha sido la política de Estado pampeana, sino porque liberaría fondos automáticos, recursos propios, para utilizarlos en otras áreas: desde créditos hasta viviendas. O sea, movilizar la economía pampeana y darle aire a las cuentas provinciales.
La distancia
Los medios nacionales hablan de la "rebeldía" de Verna. En Casa de Gobierno prefieren la palabra más épica de "resistencia". Verna, cuenta con el respaldo de todo el peronismo pampeano, pero está casi solo en el orden nacional.
Pocos gobernadores pueden tener arrestos opositores fuertes. San Juan dejó de recibir obras cuando los diputados justicialistas no apoyaron la reforma previsional. Además, políticamente el PJ pampeano mantiene distancia de los diferentes peronismos nacionales. Verna no fue a San Luis con los K, y no fue a Entre Ríos con los no K. Solamente el Consejo Nacional del PJ salió a bancar la postura de Verna frente a Macri. Fue después de que el presidente del PJ pampeano, Rubén Marín, retara a sus integrantes porque no han apoyado a Verna y lo han dejado solo frente a sus reclamos.
Macri, entre tanto, visitó Misiones y Chaco, el jueves y viernes últimos donde les "dispensó dos días de diálogo, franela y promesas" a los gobernadores del PJ del Litoral y el Noroeste, indica el columnista Julio Blanck. En contraste con las tensiones que se generaron con Verna y con el cordobés Juan José Schiaretti por la distribución de fondos.
No puede haber más distancia política entre las dos gestiones.
