DESDE LA PETROLERA DEBEN EVALUAR SI SEGUIRÁN A SHELL Y AXION El “Pacto de Chapadmalal” quedaría en la nada si, como se descarta, también YPF decide aumentar el precio de las naftas acompañando la medida adoptada por las privadas Shell y Axion, que subieron los combustibles entre 4,5% y 5%. Si la estatal se sumara en los próximos días y aplicara los aumentos, sería inevitable que la inflación de este mes sea una de las más complicadas del año. Y podría presionar incluso a que el dato del cuatrimestre llegue al 9%. Esto se conocería a mediados de mayo, precisamente cuando el Gobierno necesitará que la mayoría de los sectores privados avalen la meta de paritarias del 15% más cláusula de revisión para todo el año.
Acuerdo virtual.
El “Pacto de Chapadmalal” fue un acuerdo virtual y de caballeros, cerrado en el segundo fin de semana de febrero, durante el último retiro espiritual del macrismo. En una de las reuniones entre integrantes del gabinete económico, se discutió sobre por qué es tan esquivo bajar la inflación a niveles razonables. Integraban el brainstorming, entre otros, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y sus dos lugartenientes, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, junto con los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, Finanzas, Luis Caputo, Energía, Juan José Aranguren, Producción, Francisco Cabrera y Transporte, Guillermo Dietrich. Cada uno asumió parte de las culpas, pero en un momento los dedos señalaron a Aranguren por los inesperados incrementos de las naftas, que complicaban cualquier cálculo previo que se desarrolle en las oficinas de planificaciones macroeconómicas. Y se dejó claro en el balneario una máxima para medir los efectos inflacionarios de estos incrementos: por cada 5 puntos que suben los combustibles al público, los efectos en el Índice Precios al Consumidor (IPC) son del 1%. Y de manera directa.
YPF.
El ministro de Energía les planteó a sus interlocutores que debían recordar que en el momento en que se debió negociar una política escalonada y gradual de incrementos en las tarifas de los servicios públicos hizo su aporte y programó las alzas entre diciembre y abril. Aranguren aseguró que el cronograma estuvo pensado en el impacto inflacionario y que la decisión se tomó aun teniendo en cuenta que hubiera sido más funcional concentrar los ajustes en menos tiempo. Y según dejó claro Aranguren, la petrolera estatal maneja sus políticas de precios sin que se la presione (ni para que los suba ni para que los baje) por orden presidencial.
Peña y Quintana prometieron investigar las acusaciones e interesarse en el manejo de la petrolera, dejando claro además que a partir de ese momento era responsabilidad de la Jefatura de Gabinete. Esa interpretación llegó a los hechos con la llegada de Daniel Cristian González Casartelli a la conducción de YPF. Casartelli es 100% hombre de Quintana y no tendrá luna de miel en el comienzo de su gestión: tendrá que resolver si la petrolera aumenta o no las naftas, siguiendo el ejemplo de Axion y Shell, y habilitando de ese modo al resto del mercado a seguir sus pasos.
Inflación.
De avalarse las subas, el Gobierno tendrá otros motivos para preocuparse por la inflación de abril. Ya se sabe que este mes operarán en el alza del IPC los aumentos ya programados de gas del 40%, transporte urbano (12%), peajes (13%), expensas, educación, servicios médicos, entre otros rubros. La intención oficial era acompañar la tormenta de este mes, con el mayor profesionalismo posible, y esperar a que en mayo empiece a aflojar la presión alcista. Para ese mes se aguardaba una inflación ya más cerca del 1%. Sin embargo, la decisión de aumentar los combustibles podría complicar también mayo.
