Con Aranguren, la luz subió 300%
- La Pampa
- 26 mar 2018
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LAS COOPERATIVAS PASARON DE PAGAR 445 A 1.784 MILLONES DE PESOS A LA APE
El aumento de la energía autorizado por subas tarifarias desde el Ministerio de Energía de Nación es escandaloso. Las tarifas sociales están en caída libre ya que Nación solo cubre el 10% de los consumos a través del Fondo Compensador Tarifario.

Las tarifas eléctricas que pagan los hogares pampeanos, como se aprecia en el cuadro anexo, crecen exponencialmente. La recaudación de la Administración Provincial de Energía (APE), por lo que le cobra a las 29 cooperativas eléctricas, creció un 300% en 27 meses.
El aumento de la energía dispuesto desde el Ministerio de Energía de Nación, que conduce Juan José Aranguren, con la venia del ENRE, es escandalosa. La APE les vendió luz a las distribuidoras en 2016 por 445 millones de pesos. Este año, según el presupuesto provincial, las entidades desembolsarán 1.785 millones.
Desde la asunción de Mauricio Macri, en diciembre de 2015, y el inicio del rebalanceo tarifario, La Pampa empezó a pagar un precio único por compras al mercado mayorista (MME) pero, además, se cortaron los subsidios para obras de infraestructura aplicadas bajo el anterior gobierno a cambio de no subir tarifas. Como las redes de distribución en cooperativas tienen características que conforman un monopolio natural, son los organismos de regulación de la jurisdicción provincial (en este caso APE) los que deben fiscalizar los costos de las cooperativas y autorizar la aplicación de las tarifas.
La tarifa en La Pampa tiene dos componentes: primero el precio de la energía en el mercado mayorista, el cual cubre principalmente los valores de generación, y el segundo, los de las redes locales (capital más costos de operación y mantenimiento).
Tarifazos.
La subas más altas que tuvieron que soportar los hogares en la provincia con respecto al servicio eléctrico se dieron en febrero de 2016 con el 58%; en marzo 40%; en agosto 28% y en el resto del primer año del nuevo gobierno otro 25% más. En febrero de 2017 llegó al 36% y en septiembre hubo otro 10% de incremento, para finalizar el año pasado con 24% más de suba. En las facturas a pagarse en abril de 2018 otro casi 40% (19% viene del período diciembre y en marzo, correspondiente al consumo de enero otro 11%). Se prevé además una cifra similar para lo que resta del año.
Además, el cuestionado ministro Juan José Aranguren dijo en audiencias públicas que quiere eliminar completamente el subsidio que queda para 2019. Hoy llega al 60% y falta todavía un 20% más quitarlo o actualizar el precio mayorista en lo que resta del año. La realidad demuestra que desde diciembre a abril habrá entre 37 y 40% de aumento promulgado por resolución nacional, 23% provenientes del precio mayorista. Todo esto suma un incremento acumulado desmedido.
Ni qué hablar del impacto que los altos costos tarifarios tienen en las actividades económicas. El mes pasado el presidente de la Cámara de Comercio santarroseña, Roberto Nevares, dijo que los comerciantes han reducido su margen porque no trasladaron los aumentos a sus costos, expresando que “vamos a pedir reunirnos con APE y CPE por los nuevos aumentos tarifarios”.
Golpe al bolsillo en abril.
Días atrás la ministra de Desarrollo Social de la provincia, Fernanda Alonso, aseguró que “muchas familias pampeanas afrontarán un invierno complicado debido a que no podrán afrontar los pagos de servicios esenciales como la luz y el gas”. Es más ya se sabe que la factura que están recibiendo los hogares pampeanos para su pago en el próximo mes de abril será muy elevada pues contiene, además de los aumentos, los consumos del verano.
El cargo fijo llegará a 32,7 pesos; los primeros 60 KWh a $0,41; los siguientes 60 a $ 0,63; los 100 subsiguientes a $0,91 y de ahí en adelante 1,49 pesos el kilovatio hora más impuestos (IVA general de 21%; ingresos brutos, aporte al Fondo Nacional de Energía Eléctrica y el cargo por el gravamen a la Ley 25413.
La tarifa eléctrica que paga cualquier usuario pampeano se compone de tres partes. Primero el precio de la energía al por mayor (lo establece el Gobierno Nacional); el Valor Agregado de Distribución (VAD) y los impuestos. El único de esos componentes de la tarifa eléctrica que puede modificarse aquí es el VAD, que contempla costos de transformación, distribución, mantenimiento de líneas y administración de la cooperativa. Los recursos de explotación, fondos compensadores y cupo Fedei en el presupuesto 2018 son bajos de acuerdo al crecimiento de las tarifas energéticas.
La suba no ha sido gradual, es más se multiplicaron por 2,8 veces los costos energéticos de los mercados mayoristas.
Tarifa social.
Si algo faltaba, esta vez casi no habrá morigeración vía subsidios, pues eso ya es cosa juzgada. La cuasi desaparición del Fondo Compensador Tarifario es un hecho. Hoy apenas trepa a 14 millones de pesos, inferior a los 15,5 millones de 2015. En 2016 fue de 28,38 millones y en 2017 de 24,27 millones.
Así las cosas, las tarifas sociales están, en caída libre ya que Nación solo cubre el 10% de los consumos a través del Fondo Compensador Tarifario. Para este ejercicio alcanza a 14 millones de pesos, cifra similar a 2015, pero con inflación acumulada del 70% en 27 meses. Toda esta catarata de aumentos en la energía eléctrica no solo se vuelven impagables para los que menos tienen, sino que impacta muy fuerte en el poder adquisitivo de la clase media. La Arena