La jueza de audiencia Alejandra Flavia Ongaro condenó hoy a dos comisionistas de hacienda por estafas con un centenar de vacunos. A Fernando Nicolás B. lo condenó a seis meses de prisión en suspenso por el delito de estafa en dos oportunidades y a Santiago Nicolás R. a tres meses de ejecución condicional por un hecho de estafa y lo absolvió por el otro.
Durante los alegatos del juicio, el fiscal general Guillermo Sancho había pedido que los dos imputados sean condenados por ambos hechos. Había requerido seis meses en suspenso para Fernando B. (54 años, comisionista de hacienda), teniendo en cuenta la colaboración que prestó en la investigación, su confesión, el arrepentimiento que exteriorizó y la falta de antecedentes penales; y dos años en suspenso para Santiago R. (35, comercializador de hacienda y cereales), atento a que es joven, no tiene inconvenientes de acuerdo a su profesión para ganarse el sustento y a la extensión del daño causado, informó Prensa de la Justicia provincial.
La querella, a través del abogado Javier Díaz, y el defensor de Fernando B., Marcelo Minig, habían adherido a esos pedidos; mientras que el defensor de Santiago R., Jorge Tanus Mafud, planteó la absolución de su cliente.
Con las pruebas reunidas durante el proceso, Ongaro dio por acreditado que el 9 de mayo de 2012 B. “mediante engaño, utilizando un nombre y una identidad falsa” –el del representante de una firma de cría de bovinos–, logró que una mujer, representante de una empresa pampeana, “le entregara 36 vaquillonas Angus con garantía de preñez, a cambio de un cheque” de otra empresa por 179.010 pesos que fue librado un día antes.
“El valor entregado por B. (a la mujer) en pago de los animales que ella le entregara, estaba adulterado, por cuanto el original tenía orden de no pagar por denuncia policial –dice el fallo–. Finalmente esos animales, cuyo destino era 25 de Mayo, en la Provincia de Buenos Aires, nunca llegaron a ese destino sino que el camionero que los transportaba los descargó en la Sociedad Rural de Pehuajó por orden expresa de B., quien es la misma persona que contrató y pagó el viaje”.
En este legajo R. quedó absuelto por el beneficio de la duda (“in dubio pro reo”). “En lo que respecta a la incriminación de R., el relato acusatorio de B. no fue sostenido con ninguna otra prueba que permita –prescindiendo de ese relato no jurado- tener por cierta la autoría o siquiera su participación en el hecho que damnificó” a la firma local.
El otro hecho probado ocurrió el 28 de mayo de 2012. “B. y R., asumiendo roles diferentes previamente acordados, y mediante engaño, utilizando un nombre y una identidad falsa”, lograron que un hombre les diera 76 vacunos a cambio de 239.696 pesos más IVA, y que “pese a haberse comprometido a depositar 30.000 pesos en el Banco Nación al día siguiente de la carga y el resto a la semana o a los 15 días; ese dinero nunca se depositó, habiendo sido llevada la hacienda a un destino diferente al que se había consignado en las guías originarias, ello es, el frigorífico de Areco donde fueron faenadas”.
Además la magistrada les impuso a los acusados, durante dos años, las obligaciones de fijar domicilio y someterse al cuidado del Ente de Políticas Socializadoras.