La Justicia concretó este domingo un allanamiento en la Sección Canes, dentro de la mismísima Escuela de Policía. La punta del iceberg fue el caso del policía acusado por peculado, que la semana pasada acordó un juicio abreviado.
La Policía de La Pampa, a cargo del ministro Juan Carlos Tierno, está en las puertas de un nuevo escándalo: de acuerdo a lo que pudo saber El Diario, la Justicia investiga por estas horas a un grupo de policía acusados por robos en los lugares donde cumplian tareas adicionales y de custodia.
Este domingo a la mañana, el fiscal general Guillermo Sancho encabezó un allanamiento en la Sección Canes -dentro de la mismísima Escuela de Policía- donde secuestró varios elementos que serían producto de un ilícito. Ya está en marcha una denuncia penal y se abrió un sumario en la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.
Además, durante la jornada también está previsto que se concrete la apertura de un teléfono celular (aportado por el denunciante de los hechos) donde habría audios de WhatsApp que comprometen a los denunciados.
“Es muy prematuro todo... Hasta ahora hay una sola persona acusada, pero por cómo se habrían sucedido los hechos los implicados serían varios más”, confió a este diario una fuente judicial.
El desencadenante del nuevo escándalo que rodea a la Policía pampeana fue el caso del cabo de la Seccional Segunda detenido el jueves de la semana pasada, José Carlos Reinhard, quien un día después firmó un acuerdo de juicio abreviado tras haber admitido el delito de “peculado”.
Reinhard sustrajo cajas de pisos cerámicos y otros elementos que estaban bajo su custodia mientras cumplia adicionales en una obra en el Hospital “Dr. Lucio Molas”. Durante el allanamiento de este domingo en la Sección Canes se secuestraron varios elementos que habrían sido sustraídos también de esa mismo lugar: cerámicos, reflectores y maderas.
La fuente que habló con este diario también contó un detalle más que llamativo. “Se secuestraron cerámicos sueltos, de color blanco, marca San Lorenzo, porque el resto estaban adheridos a una pared de esa dependencia policial”, destacó. O sea, ya habían sido utilizados para hacer aparentes mejoras en el destacamento.
De alguna manera, dentro de la jerga policial, Reinhard sería una especie de “arrepentido” que “prendió el ventilador”. Eligió no cargar él solo con las consecuencias de una seria de ilícitos, en los cuales tendrían participación varios colegas uniformados.
El caso suma tensión dentro de la Fuerza, que desde hace un tiempo atrás -según pudo saber este diario de fuentes policiales- viene sufriendo las consecuencias de una “silenciosa interna” entre el Jefe Roberto Ayala y su segundo, Héctor Lara, alimentada a su vez por el propio ministro de Seguridad, Juan Carlos Tierno.
“Creo que este caso de los robos va a traer muchas consecuencias... y va a rozar de cerca a toda una escala de jefes, incluso a las máximas autoridades. Es imposible que algunos desconocieran lo que estaba pasando”, admitió la fuente que habló en exclusiva con El Diario.
Hasta ahora el ministro Tierno, acostumbrado a comunicar todos los hechos relacionados con la Policía a través de una cuenta en Facebook, mantiene un riguroso silencio.
Juicio abreviado
El caso del cabo José Carlos Reinhar se conoció el jueves de la semana pasada a través de las páginas de este diario. Un día después, el uniformado firmó un juicio abreviado y podría ser inhabilitado a perpetuidad para ejercer cargos públicos. Reinhar quedó en libertad pero con una restricción de acercamiento a su expareja por una condena previa por violencia de género.
El uniformado estaba afectado a la Seccional Segunda. Mientras realizaba adicionales en el Hospital “Dr. Lucio Molas”, sustrajo cajas con pisos cerámicos y otros elementos que estaban bajo su custodia. Por eso, se lo acusó de “peculado”.
La denuncia inicial fue realizada por un particular. La fiscala Cecilia Molinari pidió un allanamiento en la vivienda de Reinhard que fue concedido por la jueza Florencia Maza. Allí fueron encontrados los elementos.
El viernes pasado, por la mañana, fue trasladado a la Ciudad Judicial, donde el fiscal general Guillermo Sancho -que encabeza la Fiscalía Temática de Delitos Económicos y Delitos contra la Administración Pública- le tomó declaración.
Luego fue formalizado ante la jueza Maza y allí mismo fue presentado el acuerdo de juicio abreviado al que arribaron el imputado, representado por el abogado defensor Sergio Nicoletti, y el fiscal Sancho.
El acuerdo estipula unificar este hecho con una condena anterior en suspenso por amenazas en contexto de violencia de género, donde la víctima fue la expareja de Reinhard. En resumen, acordó una condena en suspenso por ambos delitos con inhabilitación perpetua, lo que le impediría seguir ejerciendo como policía. Paralelamente, la Jefatura de Policía había elevado el caso a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.
La sentencia definitiva se conocerá esta semana.