LA SEQUÍA COMPLICA A LOS PRODUCTORES PAMPEANOS DESPUÉS DE LA INUNDACIÓN
Mientras los lotes bajos están con agua, las lomas se encuentran secas totalmente. Los campos que están en buenas condiciones son aquellos que no se alcanzaron a inundar y aún tienen reserva de agua. Hay lamento entre los chacareros.
Aunque suene paradójico, muchos de los productores que hasta hace algunos meses rogaban que cesaran las lluvias, para que sus campos no se siguieran inundando, hoy en día rezan por precipitaciones, para poder sembrar y lograr una buena cosecha. Lo mismo para que crezcan las pasturas de verano y poder tener alimento para la hacienda. Incluso hay situaciones en las que en el mismo establecimiento hay gran parte de la superficie inundada y la otra, pegada, está seca. Esto ocurre puntualmente en gran parte de La Pampa y Buenos Aires, que fueron las zonas más complicadas por las lluvias el año pasado y ahora, por el contrario, son las que menos descargas están recibiendo. “Lo que hizo que la Bolsa de Comercio de Rosario redujera en cuatro millones de toneladas el pronóstico de cosecha gruesa 2017/18”, sostuvo el suplemento agropecuario de La Voz del Interior, Agrovoz.
“Se está secando todo”
“Lo cierto es que todo el mundo pide agua a gritos. Está feo. Los rindes no van a ser iguales, y los maíces están chicos. Mientras tanto los maíces grandes sufren muchísimo la falta de agua”, expresó un productor agropecuario del norte de nuestra provincia tras una consulta de LA ARENA. De acuerdo a su conocimiento, el problema es que “los bajos están con agua, las lomas están secas totalmente, y los campos que están en buenas condiciones son aquellos que no se alcanzaron a inundar y aún tienen reserva de agua”. Mientras tanto aseguró que “en la zona de Caleufú, por ejemplo, se está secando completamente todo, y en otros lugares se pueden ver maizales en condiciones excelentes”. Lo llamativo, siguiendo el ejemplo, es que en los lotes linderos a donde hay cultivos en buenas condiciones, se está secando otro sembrado y eso “depende la topografía de cada lote”, aseguró.
“Aquellos que tienen los campos altos, están mal. Por ejemplo, en Parera, por citar una zona, es un vergel -dijo- pero tienen tierras arenosas, completamente diferentes a las de la zona de Embajador Martini o más abajo”. Continuando con su relato, el productor -dedicado mayormente la ganadería- sostuvo que “donde hay tosca a poca profundidad los sorgos forrajeros están prácticamente secos. Y donde no hay tosca está bárbaro. Pero es así”.
Pasturas
Con respecto a los lotes donde hay pasturas para la hacienda, la fuente consultada dijo que “haciendo referencia a la alfalfa, si el campo es bajo, están buenas, pero la cantidad de agua de la inundación de fines de 2016 y lo sufrido el año pasado, se las comió”, y ahora -argumentó- “después de la gran cantidad de agua, no llueve casi nada y si llueve, lo hace en partes”. “Necesitamos que llueva, urgente”, lamentó el productor y confió que “en otras partes, los productores que ya tienen todo armado, pican el maíz. Otros, por el costo que tiene realizar ese trabajo, directamente meten la hacienda al lote. Son dos posibilidades, pero todo es muy difícil y bravo. Lo poco que llueve incluso, por el calor y el viento, se seca”. “Para donde se mire hay diferencias abismales. Los campos sufren después de tanta agua, y encima dejó de llover”, concluyó.