VECINOS CULMINARON LA PRIMARIA
Tres vecinos de Winifreda, mayores de 18 años, culminaron hace pocos días sus estudios primarios en la Escuela primaria de Adultos 2, que durante este año funcionó en instalaciones de la Escuela 104. Las clases fueron dictadas por la docente Marina Schwaller y una de las egresadas fue su madre, Norma Avalle. También terminaron el ciclo lectivo Alejandro Martínez y Elsa Blanco.
Los tres demostraron que no existen limitaciones para que las personas se instruyan a cualquier edad. Estos estudiantes recibieron sus certificados orgullosos de haber logrado un sueño, que había quedado trunco por diferentes motivos durante la niñez.
“Terminé la primaria, me costó mucho, pero logré cerrar una etapa de mi vida”, dijo Martínez a LA ARENA, al término del acto de entrega de diplomas al cual asistió junto a su familia conformada por su esposa, sus dos hijas adolescentes y su hijo más pequeño.
“Surgieron algunos problemas dentro del hogar que me afectaron cuando tenía solo ocho años de edad y ese fue el causante por el cual tuve que dejar la primaria en tercer grado”, recordó el vecino, radicado en el pueblo hace varios años.
“Logré terminar en esta localidad a la cual estoy muy agradecido y le doy gracias a la maestra que nos tocó, que fue muy buena, nos ha ayudado mucho. La verdad que esto nos sirve para la vida”, comentó. Martínez confesó que “sabía leer” y “escribir no tanto”, pero gracias a la educación que recibió pudo perfeccionar su escritura.
Martínez, quien fue el abanderado de la promoción y sus compañeras escoltas, agregó que “este logro lo comparto con mi señora, que siempre ha estado dándome fuerzas para que siga y no abandone y con mis hijas. Me siento feliz porque ellas vieron que su padre pudo terminar la primaria como también lo presenció mi nene más pequeño”.
Por su parte, Blanco contó que se inscribió por “decisión propia” y admitió que solamente sabía escribir su nombre y apellido. Después de un año de estudios, se siente “orgullosa” porque ahora “puedo leer un libro o una revista y en casa escribo continuamente, me gusta mucho”. Tuvo palabras elogiosas hacia su maestra. “Nos explicaba mucho cuando no entendíamos”, dijo.
Mamá y alumna.
“Fue algo re lindo, porque una está acostumbrada a ver en otras familias a madres que les enseñan o ayudan a sus hijas con las tareas escolares. En mi caso, se invirtieron los roles. Realmente fue algo gratificante poder acompañarla a mi mamá en los aprendizajes para que, juntos a sus compañeros, pudiera terminar sus estudios primarios porque ella había cursado hasta segundo o tercer grado en una escuela rural y después dejó por cuestiones de trabajo”, amplió la docente.
En cuanto al método de enseñanza, señaló que con los adultos trabajaban con secuencias integradas. Dio un ejemplo: “A partir de los billetes vimos todas las áreas. Tomamos el de 500 pesos que tiene impreso un yaguareté, entonces abordamos la fauna en ciencias naturales, la ubicación de esa especie animal y otras en ciencias sociales y geografía además de matemáticas”, explicó.
Este mes, 18 alumnos de la Dirección de Educación Permanente para Jóvenes y Adultos, sede Winifreda, cumplieron el sueño de terminar sus estudios secundarios y recibieron sus diplomas. Entre los egresados hay dos mujeres extranjeras, una de nacionalidad brasileña y otra paraguaya. La facilitadora pedagógica en este sistema educativo fue Adriana Calderón Pacheco.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 30-12-2017 >