ESTUDIANTE EUROPEO FUE DEMORADO POR MINISTRO DE SEGURIDAD Un estudiante extranjero fue demorado en la Seccional Segunda de Santa Rosa por más de dos horas porque estaba tomando cerveza en la vía pública. Fue esposado y sometido a un interrogatorio.
Un estudiante e investigador español que se encuentra realizando estudios en la UNLPam, fue víctima de un atropello encabezado por el ministro de Seguridad. Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del lunes, cuando el joven de 25 años se encontraba realizando la fila de ingreso en un evento nocturno que se llevó a cabo en La Rural de Santa Rosa. Estuvo detenido por más de dos horas en la Seccional Segunda, donde recibió insultos de toda clase mientras estaba esposado a una silla. Su delito fue tomar una lata de cerveza en la vía pública. Sin embargo ese acto no es un delito sino una contravención.
Según pudo saber este diario a través de un escueto diálogo con el muchacho, él estaba tomando una lata de cerveza en la vía pública mientras hacía fila para ingresar al evento. De un momento a otro y sin darse cuenta, el responsable de la cartera de Seguridad, Juan Carlos Tierno, se le acercó, le quitó la bebida y lo retiró de la fila con la excusa de que iban a realizarle “algunas preguntas”. Cuando se descuidó, la seguridad del ministro lo estaba metiendo dentro de un vehículo. Inmediatamente fue llevado a la Seccional Segunda “donde comenzaron las vejaciones.
“En ese sitio me metieron a una especie de habitación rara donde permanecí aproximadamente una hora sin hacer nada, sólo, con una persona que intentaba tranquilizarme porque lloraba desconsolado, porque la verdad es que nunca había vivido una situación como ésta”, relató el chico.
Continuando con su relato aseguró que “me detuvieron, me pusieron esposas. No quería ponerme las esposas porque me parecía una falta de respeto llegar a esto por una lata de cerveza. Me resistía, y en un momento dado me empujaron”, incluso confió que “una mujer que había ahí me pegó en la cabeza. No fue grave, pero me pegó”.
“Me humillaron”.
Compungido por lo sucedido y sin entender el porqué de haber sido sometido a esos maltratos, sólo por beber una lata de cerveza, contó que le molestó mucho “el tema de los empujones y la falta de respeto por las cosas que me iban diciendo, como ‘español de mierda’ (sic)”. El tiempo que estuvo dentro de la Segunda para él fue eterno. Estuvo sentado, esposado a una silla, frente a una mesa donde lo sometieron a un interrogatorio. Le preguntaron cuestiones ligadas a su familia que sinceramente “no tenían nada que ver con lo que pasó. Fui maltratado bastante y sólo por una cerveza -repitió varias veces-“.
Además recordó que hubo cuestionamientos a los cuales no contestó “porque no eran morales”. Finalmente fue llevado a la Jefatura de la calle Pellegrini “donde me querían hacer fichar” y posteriormente fue devuelto a la Segunda. “Fue muy feo todo. No me dejaron llamar a nadie. Fue muy humillante. Mi orgullo fue pisoteado”, lamentó el joven.