El cierre del tambo El Tigre, uno de los más grandes y modernos de la provincia, fue una señal inequívoca de la crisis del sector lácteo. Pero no fue el único que decidió poner candado a las tranqueras. "Siguen cerrándose pequeños tambos porque es muy difícil superar la crisis", dijo el tambero Lucio de la Barrera, un referente de la actividad, a Diario Textual.
Los tamberos de pequeña escala, el eslabón más débil de la cadena, están en extinción. Los cierres se están produciendo por el bajo precio de la leche, el aumento constante de los insumos (muchos de ellos, dolarizados), la jubilación de los viejos tamberos y, en ciertos casos, también por campos que han sufrido inundaciones.
"El precio de la leche que le pagan al productor está planchado, pero los insumos no paran de subir. Así los números no dan", dijo De la Barrera. "Nos vamos a quedar sin leche si seguimos así".
Este productor tambero tiene su campo en Quemú Quemú. Fue por años el referente de la (¿extinta?) Cámara de Productores Lecheros de La Pampa. Pero se retiró de la actividad gremial luego de haber recibido una amenaza.
Hoy está traspasando el tambo a sus hijos. "Lo nuestro se ha estancado con precios muy bajos, y con insumos cada vez más caros y con las cargas sociales (a los trabajadores) subiendo", dijo. "Así, muchos tamberos, ya algo viejos y cansados, cierran y se acaba el problema".
De la Barrera dijo no tener una cifra de los tambos que han cerrado en los últimos meses. "El caso más conocido es el del tambo El Tigre, de Trenel. No le dieron los números y cerró y chau. También en Miguel Cané cerró un tambo. En Quemú un vecino mío está a punto de cerrar, en Intendente Alvear creo que solo quedó un tambo y en Larroudé cerró otro", dijo.
"Esos cierres se han dado en la zona que yo más o menos conozco. Es triste lo que está pasando".
Expresó que en la zona los tambos son abastecidos por un proveedor de artículos de limpieza, que ya no pasa por los campos como hace un tiempo. "Antes venía cada mes. Ahora cada dos meses. Dice que han quedado tan pocos tambos que si vienen todos los meses, no salva ni el gasoil", graficó.
Hoy la empresa láctea La Serenísima está pagando unos 5,6 pesos por litro a los tamberos. "Nos pagan eso, cuando por ejemplo los quesos y yogures están prohibitivos en las góndolas", sostuvo.
Le apuntó a Casa Rosada. "Es preocupante porque Nación tampoco no ayuda. No, nos dieron nada. Absolutamente nada... Incluso hubo reuniones en la Secretaría de Industria y el supermercadismo, que se queda con la tajada grande, no fue. Si los tamberos están fundidos y las industrias dicen que están fundidas, ¿quién se queda con el queso? Yo creo que son los supermercados", dijo.
