INTENDENTA INVOCO CUESTIÓN LEGAL PARA NO AVALAR INICIATIVA
La intendenta de Winifreda, Adriana García (PJ), frustró el tratamiento de una iniciativa legislativa que prohibía la comercialización de pirotecnia en comercios y su uso por parte de particulares.
El proyecto de ordenanza había sido presentado por los concejales del PJ Marcos Ponce e Iván Lince y contaba con los votos necesarios para su aprobación, pero ante la postura de la jefa comunal contraria a la prohibición invocando una cuestión legal, el presidente del Concejo Deliberante, Domingo González, también peronista, optó por no poner a votación la propuesta y la mandó a archivo.
Esto sucedió en la última sesión ordinaria del año, previa a las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
De esta manera fracasó un nuevo intento de prohibir los elementos de estruendo y seguirá vigente la ordenanza que regula y limita la comercialización de cohetes y petardos al público desde el 20 de diciembre al 10 de enero.
Los impulsores de la iniciativa buscaban prevenir los incidentes que se producen con la manipulación de pirotecnia, además de cuidar la salud de las personas autistas. “Con Iván presentamos el proyecto ante una demanda social fuerte de vecinos a los que la pirotecnia les afecta su vida cotidiana, además a nivel provincial hay una tendencia a prohibirla”, dijo Ponce.
“También argumentamos que estos artefactos perjudican a los animales domésticos y a las personas que están atravesando alguna enfermedad se les hace complicado tener una buena recuperación, por eso poníamos tanto énfasis en la cuestión de la salud. Iván tiene un familiar directo con autismo, que sufre los efectos adversos de la pirotecnia”, agregó.
Perjuicios.
Lince admitió que los niños que padecen Trastorno del Espectro Autista (TEA) “llevan una vida muy difícil, viven aislados, no tienen una relación social fluida, entonces cuando llegan los festejos y todos nos estamos divirtiendo ellos sufren de una forma terrible. Me pasa en mi familia, el nene de mi hermana se queda encerrado dentro de la casa. En el pueblo tenemos cinco o seis casos más”.
“En la comisión del CD, la pediatra Florencia Carnicero -directora del hospital local- nos explicó que esos niños sienten que están en una guerra y se les viene el mundo abajo cuando escuchan explotar los cohetes. Todos los años los exponemos a ese sufrimiento, nuestra idea era evitarles ese padecimiento”, indicó.
A su entender, “es cuestión de seguir discutiendo el tema convencidos de que en algún momento llegaremos a prohibir la pirotecnia en la localidad”.
Ponce indicó que tanto Carnicero como su compañera de bloque Adriana Grosky, enfermera del centro de salud, “nos decían que todos los años existen vecinos que sufren diferentes niveles de lesiones o quemaduras”, producto de la manipulación de pirotecnia.
“Nuestro proyecto apuntaba a prohibir el estruendo cotidiano, no el institucional con previa autorización municipal. Lo pusimos en consideración siempre y cuando no se le modificara su espíritu y habíamos llegado a una especie de consenso para ponerlo a aprobación más allá que cada concejal tenía su posición personal, pero todos creíamos que lo más progresista era darle una respuesta a la demanda social”, refirió Ponce.
Discusiones en el PJ.
Los puntos de vista cambiaron luego que la intendenta citara a una reunión a los concejales de ambos bloques (PJ y Propuesta Frepam) y les manifestará que ella no iba a prohibir nada.
Luego se generaron “discusiones internas” dentro del oficialismo. “La posición de la intendenta era aceptable, estaba preocupada por la cuestión legal, ese fue uno de los argumentos que nos planteó. El presidente del CD pensó que era oportuno dilatar el proyecto hasta el año que viene porque veía contradicciones legales”, indicó.
“Personalmente le planteaba que dentro de mi asesoramiento el municipio tiene autonomía y potestad de legislar sobre este tema más teniendo en cuenta que la directora del hospital nos dijo que la Organización Mundial de la Salud permite 80 decibeles para la audición humana y cualquier tipo de pirotecnia excede los 180 decibeles. Mi crítica fue que al menos se ponga a aprobación el proyecto y que cada concejal vote de acuerdo a su convicción, después está en el Ejecutivo la opción de vetar la ordenanza o no”, cerró.
-Lince, ¿los niños autistas seguirán sufriendo ruidos ajenos? -Sí, y a uno le duele porque no disfrutan de las fiestas. No queda otra que agruparse como familia y adherir a todas las campañas de no a la pirotecnia, pero uno no va apenarse porque este año no se aprobó el proyecto, lo volveremos a impulsar mejorado en 2018.
Pasos intermedios
El concejal Mario Corredera (Pro-Frepam), dijo que su bloque hubiera aprobado el proyecto del PJ, aunque “nuestra idea principal no era prohibir sino plantear pasos intermedios como acotar más los días de venta al público”.
Y abundó: “La pirotecnia se tira el 24 y el 31 a la noche para recibir Navidad y Año Nuevo.
Durante todo el año te podés preparar de distintas maneras para esos momentos, pero no te podés preparar para que a las cuatro de la tarde unos chicos que compraron petardos empiecen a tirarlos enfrente de una casa”.
Otra opción era “empezar a sacar pirotecnia que emite sonidos muy estruendosos”. La idea -agregó- “era ir legislando sobre esto y demostrarle a la población que estamos preocupados y queremos mejorar la situación. Pero la intendenta tuvo otra postura y el presidente del Concejo Deliberante directamente no puso a votación el proyecto”.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 14/12/2017 >
