LAS RICAS EXPERIENCIAS Y ANECDOTAS DE LOS PROTAGONISTAS COMPLETO LA JORNADA EN HOMENAJE A ESTA ESCUELA CENTENARIA
Un encuentro de escritores winifredenses se llevó a cabo el 25 de agosto en la Escuela 104, en el marco de las actividades que marcaron el camino al Centenario de la institución educativa.
La actividad estuvo organizada por la secretaría de Cultura municipal. Los escritores pasaron a las aulas a compartir sus creaciones con los alumnos, pero antes se presentaron ante ellos en la galería del edifico educativo. La directora Alejandra Amione, les dio la bienvenida y mencionó el sentido de la reunión: “Estamos celebrando el encuentro entre la palabra, el libro, el escritor y los lectores, que son todos ustedes: niños, docentes y familias”. La intendenta Adriana García, se sumó al recibimiento.
La escritora local Griselda Poblete Lej, nació en el pueblo y cursó sus estudios primarios en la Escuela 104. “Escribo poemas desde los 9 años”, dijo y contó cómo llegan “desde el alma al papel”.
Silvia Martín es bibliotecaria del colegio secundario. “Vine a esta Escuela desde jardín hasta séptimo grado y jamás imaginé que cuando esta institución cumpliera 100 años iba a estar aquí con alumnos y junto a un grupo de amigos escritores”, manifestó.
Emilia Moroni ejerció la docencia en la Escuela 104, vive en Santa Rosa y escribe poesías. “Siento una enorme alegría porque en esta Escuela empecé a trabajar, cuando entré fui derechito al aula de segundo grado donde me inicié como maestra”, recordó.
Nilda Silva escribe poesías y cuentos desde niña. “Mis padres nos traían a la Escuela cuando podían. Directamente empecé primero inferior a los 8 años. Fue muy feo para mí cuando llegué tarde al primer día de clases, sentí vergüenza. Me paré delante del pizarrón, un montón de chicos desconocidos, al rato me trajeron el banco, comencé a dialogar con la maestra y el miedo se me fue”. María Alejandra Naunchuk reside en la capital pampeana. Cursó desde primero hasta sexto grado en la Escuela 104. “Tuve la felicidad de tener hermosos compañeros y hermosas iniciativas. Felicito a la dirección de esta Escuela por este encuentro, esto debería hacerse con mucha frecuencia” indicó. “Tenemos en el corazón todas las vivencias que pasamos en esta Escuela, por eso festejar 100 años no es poca cosa, son cien años de permanencia en el lugar, de lucha de los docentes por enseñar cada vez mejor y que los chicos aprendan”, culminó.
Marita Barabaschi nació en esta localidad donde asistió a una escuela rural del Lote XIII, “a la que concurríamos a caballo y en chatitas rusas”, rememoró, despertando la atención de los alumnos. “Empecé a escribir a los 9 años y aún conservo guardada en un cajoncito mi primera poesía”, dijo. Marita reside en la ciudad capital al igual que Armando “Basko” Inchaurraga, nativo de Winifreda. Su madre fue maestra de la Escuela 104.
Entre los alumnos se encontraba Iñaqui, hijo del escritor local Darío Jañez. “El mayor orgullo que tengo en esta tarde”, manifestó su padre, quien al igual que sus colegas “empecé a escribir desde muy chiquito, aunque siempre lo hice para mí porque entendí que podía dejarme una huella a mí mismo, contar mis cosas, leerlas años después y gratificarme con eso”.
El winifredense Fernando Ojeda, ex alumno de la Escuela 104, contó que se hizo escritor “porque no pude ser futbolista, que era mi sueño, ni tampoco pude ser músico”. “Cuando no puedan jugar al fútbol prueben con cantar, bailar o con escribir”, aconsejó a los alumnos. Los alentó a realizar actividades “con ganas y con pasión, no importa si eso luego se traduce en una cuestión de fama, lo importante es que disfruten”. Cerró la serie de exposiciones con una frase: “La palabra en soledad no vale, lo que vale es el acto social”.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 01/09/2017 >