El anuncio de Nación será el tema excluyente de la reunión de gobernadores peronistas del próximo martes. La quita representa un 10% de los recursos tributarios federales, considerando los valores de recaudación previstos para 2017. La provincia, obligada a realizar un ajuste fiscal.
La noticia se formalizó este jueves, pero ya se veía venir: Nación blanqueó el fin del impuesto al cheque para antes del mes de octubre y la medida -además de tener un fuerte golpe de efecto electoral- representa un claro manotazo a las provincias. En el caso de La Pampa, por ejemplo, perdería unos 1.286 millones de pesos al año, según confiaron a El Diario desde el Centro Cívico.
La novedad cayó como un baldazo de agua fría en el Ministerio de Hacienda de la provincia. Además, será uno de los temas excluyentes de la reunión de los gobernadores peronistas del próximo martes.
Una fuente oficial precisó a este diario que “tanto el pago a cuenta de Ganancias como el reintegro de Impuesto a los Débitos y Créditos implican un vaciamiento de la masa coparticipable y por lo tanto se perjudica a las provincias si se mantiene el actual esquema de distribución del impuesto”.
“Esto es porque la Nación coparticipa sólo el 30% del Impuesto al Cheque, mientras que Ganancias se coparticipa en un 64% más un 14% que se distribuye exclusivamente entre las jurisdicciones provinciales con dos regímenes de distribución particulares”, añadió.
En relación al costo fiscal de la medida explicó que “manteniéndose el actual sistema de distribución del impuesto asciende a 1286 Millones de $, un 10% de los recursos tributarios federales, considerando los valores de recaudación previstos para 2017 en tanto no están disponibles las estimaciones para 2018 (se prevé un 15.4% más apróximadamente). Por la devolución gradual del 15% la Provincia obtendrá tan sólo 345 millones de pesos adicionales a valores de 2017. A valores de 2018 estimados, la cuenta da 1484 menos de Impuesto al Cheque más 397 de disminución en la detracción con destino a ANSES. Esto es igual a menos 1.087 millones”.
En cuanto al “canje” que propone el ministro Rogelio Frigerio, la fuente gubernamental sostuvo que “no es tal porque la devolución gradual del 15% antes coparticipado ya está firmada y corresponde a las provincias. La Nación no estaría cediendo nada, y las provincias disminuirían su capacidad de imposición, lo que implica la realización de un ajuste en el gasto provincial. Habría que ver cómo se plantea la negociación en su momento, pero así las cosas, representa un embate contra la capacidad fiscal de las provincias, que no son de ninguna manera las causantes de la mayor parte del déficit del sector público consolidado (sólo aportan un 0.7% de déficit respecto del PBI), y que deben hacer frente a la gran mayoría de los servicios del Estado”.
