Las quejas en la Terminal de Ómnibus de Santa Rosa se multiplican días tras días. “Las empresas le cobran todos los meses al Estado cuatro pasajes por servicio...sin embargo, nos encontramos con muchos casos donde no les dan lugar”, admitió una fuente ante la consulta de El Diario.
“Si tenés una urgencia y querés viajar esta noche, desde ya te digo que no...hay una demora de 30 a 40 días”, respondió -sin vueltas- una joven que atendió este domingo al mediodía el teléfono de la Oficina de Informes de la Terminal de Ómnibus de Santa Rosa a un cronista de este diario que se hizo pasar por familiar de un discapacitado.
La consulta vino a cuento de una serie de reclamos que se vienen escuchando este último tiempo por las innumerables trabas que encuentran los discapacitados cada vez que tienen que realizar un viaje de larga distancia en colectivo, sobre todo en cuestiones relacionadas con la salud o atención médica en Buenos Aires.
“Las empresas le cobran todos los meses al Estado cuatro pasajes por servicio...sin embargo, nos encontramos con muchos casos donde no les dan lugar”, admitió la fuente.
Y apuntó que "la situación ha cambiado un poco desde que está la oficina de la CNRT a la provincia....pero nos encontramos todos los días con situaciones muy complejas, donde se mezcla todo. Hay discapacitados que aparecen como sospechosos de vender esos pasajes que sacan gratis, como también la firme sospecha de que las empresas, a partir de que tienen los datos de los discapacitados, los hacen figurar como que viajan, venden esos asientos, y cobran en dos ventanillas: al privado y al Estado".
La ley que habilita a los discapacitados a viajar gratis con un acompañante en el transporte terrestre de pasajeros de corta, media y larga distancia, sin límite de destino y con sólo presentar el certificado de discapacidad y el DNI es la Ley 25.635. Rige por decreto desde el año 2004, aunque ya había sido sancionada dos años antes.
La normativa establece que el certificado de discapacidad -previsto por las leyes 22.431 y 25.504- permitirá "acceder al derecho de gratuidad para viajar en los distintos tipos de trasporte colectivo terrestre sometidos a control de la autoridad nacional".
La ley da respuesta a un reclamo de larga data: se calcula que en la Argentina hay -de acuerdo a una cifra estimativa- unos 3 millones de personas con necesidades especiales.
En el caso de los transportes de larga distancia, la gratuidad alcanza también a un acompañante, si es que la persona discapacitada lo necesita. Los pasajes deberán ser gestionados por lo menos con 48 horas de anticipación, indicando las fechas de ida y regreso, los horarios y el destino. Los usuarios podrán solicitar que los asientos a utilizar sean los más cercanos a las puertas.
Según el decreto, firmado por el entonces presidente Néstor Kirchner, las personas con discapacidad visual pueden acceder al servicio "acompañadas de un perro guía, previa autorización que extenderá la Secretaría de Transporte".
Hasta el año 2004 sólo podían viajar gratis los discapacitados que acreditaban como destino un establecimiento educacional o de rehabilitación, o bien laboral. Para eso debían presentar el certificado de discapacidad en la Secretaría de Transporte, junto con otros certificados de profesionales que trataban al beneficiario, en los que constaba el lugar de atención; o del responsable de la escuela o del empleo donde concurría la persona.
El trámite no terminaba ahí: la Secretaría de Transporte entregaba un carné con los colectivos habilitados a la gratuidad del servicio, y el límite del destino de los viajes.