Un camión de una distribuidora de General Pico protagonizó un nuevo vuelco en el camino alternativo que se habilitó para sortear el corte de tránsito de la ruta nacional 35 entre Eduardo Castex y Winifreda.
Este es el segundo siniestro vial que se registra en este sector en cinco días, y así deja plasmada la peligrosidad de atravesar un camino que no está habilitado para el uso que se le debe dar forzadamente, porque hace más de cuatro meses que esta inhabilitada la ruta nacional porque se inundó un tramo de 770 metros.
El piquense Jonathan Sergio Rodríguez transitaba, minutos después de las 12, en sentido norte-sur. El conductor recorrió ocho kilómetros por el camino vecinal, y cuando estaba por llegar a la curva para girar hacia el oeste y así retomar el tránsito por la ruta nacional 35, sucedió lo imprevisto. El camión Isuzu, con una cámara de frío, de la distribuidora Bai Bai de General Pico se dirigía hasta la localidad de Winifreda. El rodado “mordió la banquina”, el conductor “perdió el control” y a “los pocos metros terminó volcando”.
El conductor fue asistido inicialmente por personal policial de Eduardo Castex, donde constataron que el piquense no sufrió lesiones, ni requería ser trasladado hasta el centro asistencial de esta localidad. Rodríguez salió por sus propios medios del interior del camión, que quedó apoyado sobre el lateral izquierdo en la banquina opuesta al sentido de circulación.
El camionero se comunicó con los propietarios del comercio piquense para comunicar lo ocurrido, y desde General Pico iban a trasladarse para “poner en pie” el rodado.
Situación inexplicable.
Hace cuatro meses y medio que la ruta nacional 35, entre Eduardo Castex y Winifreda, está cortada al tránsito, porque se inundaron solamente 770 metros. El camino alternativo, habilitado por la comuna castense, permite garantizar la circulación en ese tramo.
Lo extraño -transmitieron ayer fuentes consultadas- es que cuando ocurren cortes de rutas nacionales, la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) se debe hacer cargo del mantenimiento de los caminos alternativos, pero acá no se estaría cumpliendo con esta habitualidad.
En este camino circulan diariamente rodados de gran porte -en algunos casos con cargas- y provocan un deterioro muy importante. El viento y el transitar de los vehículos levanta “un polvillo” constante que dificulta la visibilidad, y agiganta los riesgos de siniestros viales. Los trabajos que está ejecutando el Distrito 21 de la DNV marchan “a ritmo lento”, y visualmente se puede observar que deben restar terraplenar -más o menos- 100 metros. Y después se deberán ejecutar “los trabajos complementarios”, que incluyen la colocación de barandas de seguridad y señalización.
Las demoras ya provocaron una manifestación de vecinos castenses, y por estos días el “humor social” se está alterando nuevamente por los inconvenientes sociales -y económicos- que provoca está situación en la región.
Ruta 5: otra vez se rompió terraplén
Los fuertes vientos que comenzaron el lunes a la noche, provocaron nuevamente la rotura del terraplén de la banquina norte y se inundó la cinta asfáltica a la altura del kilómetro 562 de la ruta 5 entre La Gloria y Uriburu. El tramo permanece cortado desde hace 10 días luego que la calzada quedara anegada tras reventar el cordón de tierra que contenía una gran masa de agua.
La empresa concesionaria de la ruta 5 esperaba ayer iniciar los trabajos de alteo. Ahora, según dijeron fuentes consultadas, deberán esperar a que cesen los vientos para acomodar el terraplén y bombear el agua -que ingresó ayer a la madrugada- hacia la banquina norte. Igualmente ayer comenzaron a llegar los primeros camiones con bateas cargadas de tosca, que se desparramará sobre la ruta, en una extensión de casi 500 metros, hasta un metro de altura y luego se pondrá unos 10 centímetros de carpeta asfáltica para habilitar nuevamente la importante arteria que conecta La Pampa con Buenos Aires. La obra demandará al menos 20 días.