En La Usina, con alrededor de 300 personas, se desarrolla la II Jornada de Cannabis Medicinal. La legislación que se aprobó en el Congreso es limitada y no fue reglamentada aún. Valeria Salech, la presidenta de Mamá Cultiva, dice que el gobierno nacional pretende anular un artículo que facilita el autocultivo.
La presidenta de Mamá Cultiva, la ONG que motorizó la normativa aprobada en el Congreso, Valeria Salech dijo este sábado que la ley “se sancionó en tiempo y forma, se votó por unanimidad, los legisladores nos escucharon y la aprobaron en menos de un año. Ahora le toca al Ejecutivo reglamentar y eso es un problema, porque el tiempo está vencido. Es como si no la hubieran votado, estamos exactamente igual que el año pasado”, reprochó. Planteó además que “no creo que la reglamenten antes de las elecciones. Están pensando en reglamentar sesgadamente. Antes de las elecciones no lo van a hacer”.
El artículo 8 genera una autorización para usuarios que cultivan en sus casas. “Es uno de los problemas que tienen los que están reglamentando, no quieren aprobar ese autocultivo, y a su vez nosotros lo estamos exigiendo”, añadió este sábado en Santa Rosa, donde participó de un encuentro masivo, que se desarrolla en Santa Rosa. Se trata de la Segunda Jornada de Cannabis Medicinal en nuestra provincia. Comenzó a las 9.30 horas en el salón de La Usina. La primera jornada se hizo el año pasado en la Universidad Nacional de La Pampa.
Esta segunda reunión es una nueva demostración de la necesidad de que el Estado avance para cubrir las demandas de una población que necesita de la marihuana y de que esa planta se cultive de manera personal, sin persecuciones penales y sin privilegiar el negocio de las multinacionales.
Hasta ahora, la intervención legislativa ha ido en ese sentido: a partir de la demanda de organizaciones que propician el uso del cannabis medicinal, el Congreso avanzó en un proyecto que fue aprobado por diversos espacios políticos, pero que tiene alcances muy parciales.
Además, “la ley está muerta”, dijo Rodrigo Catalano, uno de los organizadores al referirse al tema. Catalano junto a Paola Ruggero son los co-fundadores de Cannabis Medicinal La Pampa. La normativa no permite el autocultivo, sino que abre las puertas a que se pueda usar el cannabis medicinal importado de los Estados Unidos, que tiene un altísimo costo para los usuarios.
La actividad arrancó a las 9.30 horas en el salón de La Usina. A las 10 de la mañana, los locales Daniel Olivetto y Ayelén Vitale presentaron un estudio que han hecho sobre el cannabis medicinal en la provincia, enfocado en usuarios y variedades. Ya lo presentaron en el primer congreso nacional de la especialidad, que se hizo en La Plata.
Después fue el turno de las exposiciones de María Fernanda Alvez, que representa a la ONG RESCATA, y Desiré Macrini, del FOCA
A las 11 estaba prevista la disertación del doctor Carlos Magdalena -jefe de Neurología del Gutiérrez, para brindaruna posición desde el sector médico, pero no pudo asistir por problemas de salud.
Por la tarde, a las 14.30, el doctor Luis Osler, abogado, abordará el tema desde el costado penal. Otro disertante será Fernando Soriano, periodista (editó el libro “Marihuana”, que cuenta la historia de la planta desde los tiempos de Manuel Belgrano hasta las copas cannabis).
También expondrá Sebastián Basallo, director de la revista “THC”, especializada en la cultura cannábica. Finalmente, harán su intervención Valeria Salech, referente del espacio “Mamá Cultiva” y Pablo Pérez, un cannabicultor solidario.
"Quieren anular el autocultivo"
La presidenta de la agrupación Mamá Cultiva, Valeria Salech, advirtió en Santa Rosa que el gobierno nacional intenta reglamentar “de manera sesgada” la ley que se aprobó por unanimidad en el Congreso Nacional.
En concreto, buscan anular el artículo 8 que facilita el autocultivo. Por esa razón es que el macrismo dejó vencer los plazos para la reglamentación: no quiere instalar la discusión antes de las elecciones, según dedujo Salech.
Salech es presidenta de la organización “Mamá Cultiva” y estuvo presente en la segunda jornada de cannabis medicinal en La Usina.
Su caso personal
A Valeria le cambió la vida el día en que conoció el cannabis medicinal y se decidió a usarlo. “Mi hijo tiene epilepsia, no refractaria, sino manejable aunque difícil; y tiene autismo. En cuanto no le daba una medicación tenía convulsiones de a 20 por día. Un día me quedé sin medicación y estaba asustada, y me acordé que leí en una revista que había mamás en Chile que cultivaban. Era 2014, mi hijo tenía 8 años. En 2015 empecé mi propia investigación, buscando en Internet, hablando con mamás chilenas, había muchísima información... en Israel desde el ’94 se usa el cannabis. Los países van avanzando hacia una legalización y regulación, es una planta maravillosa”.
“Me daba bronca no haberme enterado antes. Cuando tienen convulsiones desde tan chiquitos hay un daño neurológico irreversible. Me sentía culpable de no haber investigado antes. Empecé a cultivar con mi marido, nos ayudaron los cultivadores de Argentina, que conocen la planta como nadie. Aprendimos. Y para fines de 2015 ya teníamos el primer aceite. Lo tuve un tiempo en la heladera y no me animaba a dárselo...”, relató.
“La realidad es que cuando se lo dí lo hice porque no tenía medicación y descubrí que no solo no tuvo convulsiones sino que encontré a mi hijo. Porque mi hijo no estaba bien: estada drogado, dopado, multimedicado... todo el día babeando y no se daba cuenta, era un chico de 10 años usando babero. Tenía un nene dopadísimo y cuando le dí cannabis descubrí a mi hijo: se reía, se conectó con el perro, con el gato, con las plantas, recorrió la casa con curiosidad, le llamaba la atención todo, parecía un nene de dos años que empieza a caminar y empieza a descubrir lo que tiene alrededor. Entiendan: yo tenía un hijo dopado y de pronto tuve un hijo despierto. Cuando yo vi eso no tuve otra alternativa que seguir dándoselo. No me quería perder a mi hijo. Lo empezamos a conocer ahí. Por más que la doctora dijera que estaba bien. No estaba bien: estaba drogado. Y yo lo salvé con esta planta que tengo en el patio”.
“Un cambio de conciencia”
Presente en La Usina, Valeria Salech contó con alegría que “cada vez veo más gente, más del cincuenta por ciento es gente muy adulta, y es lógico, porque a lo mejor lo primero que viene a la cabeza es la mamá que cultiva para su hijo, pero en el mundo la planta se hizo muy famosa debido a sus propiedades analgésicas y neuroprotectoras, con lo cual cualquier adulto con un dolor se puede refugiar en esta planta que segura, natural, efectiva y que es gratis”, enumeró.
Consideró que encuentros del tipo del que se hizo en Santa Rosa demuestran que “la gente pierde la timidez, se acerca, podemos generar un cambio de conciencia para otro tipo de medicina no tan instantánea ni comercial”.
Lamentó, entrevistada en Radio Kermés, que muchas veces en ese proceso “los políticos son funcionales a los laboratorios, hay muchos intereses de por medio y uno no sabe a ciencia cierta quién defiende a quién”.
“Todo el mundo evoluciona hacia la naturalización de esta medicina personalizada, humanista, que requiere de un acompañamiento presente”, completó.