CRUZO PESE A CARTEL DE ADVERTENCIA
Un vehículo cero kilómetro que era trasladado desde una concesionaria cordobesa a su propietario de Santa Rosa quedó prácticamente sumergido en la laguna que cubre la ruta nacional 35, entre Eduardo Castex y Winifreda, luego de que su conductor decidiera cruzar el espejo de agua.
Vialidad Nacional está construyendo lentamente un alteo en ese sector de la cinta asfáltica anegada por las inundaciones. El episodio se registró el martes, a las 16, cuando una Fiat Toro transitaba por la ruta nacional 35 en dirección norte a sur conducida por un joven de 30 años que había salido de una concesionaria de la provincia de Córdoba con destino a la capital pampeana donde debía entregar el rodado a su dueño, que lo había comprado a una agencia multimarcas.
El único ocupante de la camioneta cuando se encontró con la laguna de frente divisó el cartel con la leyenda prohibido pasar, pero igualmente encaró el tramo cortado al tránsito entre ambas localidades. Pasó por encima de unos metros de tierra del alteo sin terminar y luego empezó a circular por la calzada a través de la laguna.
Semejante riesgo tuvo sus consecuencias adversas. Cuando había recorrido unos 150 metros, la flamante unidad empezó a flotar ya que sus neumáticos estaban tapados con agua, su motor se paró, el oleaje y el viento la empezaron arrastrar hacia el carril izquierdo y finalmente terminó estacionada a medio metro del guardarrail. En ese momento, los operarios de Vialidad Nacional ya habían concluido su jornada laboral. .
Rescate.
Enterados de lo sucedido, los bomberos voluntarios de Eduardo Castex llegaron al lugar. “Me puse el traje de neoprene y empecé a caminar por la laguna, el agua me llegaba hasta arriba de la rodilla. El chico no quiso que lo lleve en mis brazos, cerró con llave la camioneta, se sacó el pantalón, las medias, las zapatillas y quedó en calzoncillos. Lo vine acompañando hasta el borde de tierra donde estaba un compañero mío esperándolo con sacos para darle abrigo y comodidad. Después, mi jefe lo llevó hasta el cuartel donde le dio una bebida caliente”, contó el socorrista castense Germán Garín a esta corresponsalía de LA ARENA.
“Nos dijo que en Embajador Martini le habían dicho que la laguna no era demasiado profunda e iba a pasar sin problemas, por eso se confió”, recordó Garín.
La Fiat Toro fue retirada más tarde por una empresa privada, que enganchó una linga a su carrocería y la empujó con un malacate.
Este hecho se produce porque las agencias multimarcas pampeanas han tomado la costumbre de conducir automóviles y camionetas desde las concesionarias de otras provincias insumiéndole kilómetros al vehículo nuevo, a diferencia de los concesionarios oficiales que los traen en los denominados camiones mosquito.