Una noche para olvidar rápidamente
- Winifreda
- 18 jun 2017
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LIGA CULTURAL: BELGRANO IGUALO SIN GOLES ANTE DEPORTIVO WINIFREDA El Tricolor y el Girasolero empataron anoche sin goles, por la sexta fecha del Apertura. Por su parte, Macachín superó como local a Atlético Santa Rosa por 2-1 y se prende en la pelea.
General Belgrano y Deportivo Winifreda igualaron anoche sin goles en el marco de la sexta fecha del Torneo Apertura en la Zona Norte de la Liga Cultural de fútbol. De esta manera, los dos siguen en el fondo de la tabla de posiciones.
El Tricolor, que tuvo el debut del entrenador Alfredo Sauro, fue el que más insinuó, pero no pudo sumar los tres puntos por impericia de sus atacantes y por un par de tapadas del arquero José Luis Wiggenhauser.
El partido se disputó ante un poco más de 50 personas, que se bancaron estoicamente el clima adverso. El frío y, principalmente, el viento conspiraron contra el espectáculo deportivo. Un total despropósito haber programado el encuentro en horario nocturno, en un día feriado o en vísperas de otro. ¿Cuánto perdió Belgrano por habilitar la cancha? Seguramente que mucho.
Poco pasaba en Villa Alonso, cuando a los 18 minutos el Girasolero arrimó peligró. Tras una buena combinación por izquierda, Facundo Losada ingresó al área y sacó un remate cruzado, que se estrelló en el palo, cuando poco podía hacer Agustín Vistarop.
Renzo Romero manejaba los tiempos en el visitante, mientras que José Lincopán era el que intentaba hacer jugar al Tricolor. Todo claro en la zona media.
Belgrano tuvo sus minutos, pasada la media hora. Maximiliano Hetze obligó a una rápida salida del arquero local y en la acción siguiente otra vez la pelota le quedó al “9”, pero no pudo con Fernando Fridirich, que rechazó en la línea.
Y antes del final, Lincopán definió por arriba del travesaño y Hetze desde afuera del área remató bajo, y allí fue Wiggenhauser.
En el complemento, el Tricolor avisó en el inicio, con una corrida de Hetze, que terminó en una doble tapada de Wiggenhauser, y en el final, con un remate de Gabriel Exner. Después fue todo más de lo mismo. Mucha lucha en el medio, pelotazos por doquier y con los arqueros como dos meros espectadores.
