Juanita Gauna (52) es una vecina de Santa Rosa que padece ceguera y vive gracias a la pensión que percibe. Este jueves a pesar del frío y de que el clima no era el mejor, se acercó a la plaza San Martín y estuvo presente en la marcha. Su situación -y la de su marido- es muy triste, ya que, dejó de percibir su pensión por discapacidad hace cinco meses y por no poder pagar las boletas de luz, la Cooperativa le cortó el servicio. “Tenía dos pensiones, pero tuve que renunciar a una, a la de la provincia y ahora tengo retenida la otra, ambas son por discapacidad. El problema es que me la quitaron hace cinco meses y tengo pilas de cuentas por pagar, como todo el mundo”, argumentó la mujer, muy triste por lo que está ocurriendo. Lo peor de esto es que, al no percibir ese dinero que, cómo dijo “quizá no es mucho pero me ayuda”, no pudo pagar el servicio de electricidad y este jueves le cortaron la luz.
Juanita es un ejemplo de esfuerzo. Ella estudió braille, va a la escuela para ciegos en calle Leguizamón y hasta aprendió a cocinar para poder valerse por sí misma en su casa. También es dueña de una voz espectacular, ya que participó en algunos coros. La mujer, incluso se maneja por sus propios medios y el hecho de no poder ver jamás le impidió superarse y es, sin dudas, dueña de una gran fortaleza. De todos modos, y a pesar de tener estas cualidades, no quiere decir que pueda salir a trabajar. Es por ello que necesita, y mucho, su pensión.
Finalmente, Juanita expresó, entre lágrimas y muy nerviosa que “vivo con mi marido, el hace changas, pero últimamente lo único que hago es llorar porque al no tener la pensión no puedo pagar nada y eso a mí me servía mucho”.