I – La historia de la lucha pampeana por sus recursos hídricos escribió en la semana varios capítulos: la cumbre por el río V y la noticia de que la Nación impulsará la canalización de ese curso en su paso por la provincia ganó los titulares de los medios preocupados por el tema. También el descubrimiento de terraplenes en la provincia de Buenos Aires que frenan el drenaje del cauce por La Pampa fue otra evidencia del “sálvese quien pueda” que la ausencia de un comité de cuenca prohíja en la región hídrica afectada por este río de llanura que perdió hace décadas su trazado y hoy se presenta como una masa de agua que arrasa con todo a su paso. Asimismo, la decisión de la Corte de rechazar la pretensión de Río Negro y Buenos Aires que pretendía obligar a La Pampa a cerrar el Tapón de Alonso sobre el río Curacó, le dio a la provincia la razón sobre su resistencia a ser considerada el desagüe del patio trasero de otras jurisdicciones. La purga de “amigos del tribunal” que se presentaron para dar su opinión en la inminente audiencia de conciliación dejó un sabor amargo a la Fuchad y otras entidades que se presentaron en la Corte Suprema. La audiencia intentará evitar el juicio y, por eso, escuchará a las partes y a interesados en que el tema se resuelva. La Pampa, anticipó el gobernador en la semana, solo conciliará si se resuelve allí que vuelva el agua que por derecho nos corresponde. En este “río revuelto” sonó a pesca oportunista que Buenos Aires eligiera el momento para pedir un cupo de 200 metros cúbicos del río Negro.
II – Desde Rucanelo, una pequeña localidad de la provincia que supo de años de esplendor cuando las hachadas de caldén y los aserraderos contrataban a miles de trabajadores y hoy su economía languidece, llegó el alerta de boca nada menos que de su intendente: hay chicos del pueblo que van a la escuela con hambre. El jefe comunal no dudó en responsabilizar del deterioro de la calidad de vida en su localidad a las políticas económicas del gobierno nacional y reclamó un giro que permita recuperar trabajo, salarios y capacidad de consumo de alimentos. El intendente hizo su descargo ante la Dirección de Prensa de la Casa de Gobierno luego de entrevistarse con el gobernador y por eso, desde sectores políticos afines se intentó tachar por partidaria esa visión de la realidad argentina. No obstante, la evidencia de que es la desocupación la principal preocupación de los pampeanos que se conoció el mismo día en una encuesta, y la insignificante cantidad de personas que en la provincia digan que les va “mejor” desde que asumió el actual presidente, no permiten tildar tan livianamente de “partidarias” las declaraciones de alguien que conoce de primera mano la realidad de su pueblo. El deterioro general de la calidad de vida está en cada hogar, en cada comercio, en cada empresa y también en cada estadística oficial que señala la reducción del consumo de alimentos, entre ellos, el más dramático, el de la leche que no da lugar a equivocaciones cuando se dice que hay niños con hambre en Rucanelo, en La Pampa y en la Argentina. Para vergüenza de quienes aquí vivimos.
III – Lejos de aclararse, el caso del despido de la Escuela de Policía del hijo del camarista que condenó a prisión e inhabilitó al ministro del área, sumó sospechas a los que temen que la decisión haya sido una “venganza” del condenado funcionario. Es que las explicación que dio el jefe de Policía para tratar de justificar el alejamiento del profesor dejaron más dudas que antes. Dijo que se lo había separado de su cargo porque faltaba mucho a las clases de la mañana, no así a las de la tarde. Dijo también que la fuerza había resuelto reemplazarlo con un fiscal en ejercicio de la justicia provincial pese a que, se sabe, un fiscal en horas de la mañana debe cumplir con su tarea en la Ciudad Judicial. Al ser advertido por este diario de la evidente contradicción que significaba echar a un profesor por faltar a la mañana y contratar en su lugar a alguien que directamente está imposibilitado por ley a cumplir con ese compromiso, la policía dijo que se había relevado al fiscal de concurrir a la mañana y que ahora solo tenía el compromiso de dar clases en horas de la tarde una sola vez por semana. La pregunta es: si echaron a un profesor del que no había quejas sobre su desempeño académico, por faltar a la mañana y a su reemplazante, imposibilitado de concurrir en horario matutino, se le hace un arreglo para que dé clases solo a la tarde, ¿por qué no se hizo idéntico acuerdo con el hijo del camarista? La ausencia de una respuesta razonable alimenta la sospecha de que el verdadero motivo del despido es inconfesable.
