El maestro mayor de obra y titular de una empresa constructora en Santa Rosa, Marcos Freites, dejó la concesión del restaurante del hotel Epu Pehuén, propiedad de la Cooperativa Eléctrica de Winifreda (CEW). Su alejamiento provocó tristeza entre los integrantes del Consejo de Administración de la entidad porque el santarroseño cuando se hizo cargo del salón de comidas remodeló completamente sus instalaciones, hasta le cambió la fachada, una inversión que corrió “por su cuenta” y no obtuvo los resultados esperados.
“El contrato de concesión se rescindió, nos entregó las llaves del restaurante, saldó un par de recibos de servicios que debía y tres meses de canon que estaba adeudando de 6.000 pesos y se cerró la relación con él, ya está terminada”, confirmó el gerente de la CEW, Hernán Camps. “A uno lo entristece porque el (ex) concesionario realizó una inversión muy importante en el local bajo su cuenta y riesgo, que están a la vista de todos y no tuvo el resultado que esperaba. Tenía contrato por tres años, renovable por dos años más, lo que le permitía tener una proyección, pero no anduvo, no terminó de insertarse en el pueblo, de hacerse un lugar concurrido”, se lamentó.
El restaurante “funcionó activamente” desde Julio 2015 hasta septiembre 2016, luego fue decayendo la concurrencia de comensales y la rescisión se produjo en febrero de 2017.
A los dirigentes de la CEW también les apena ver que los últimos concesionarios han trabajado bien durante el primer año o año y medio y no terminaron de consolidar sus proyectos. “En este momento la concesión está en estudio, hay algunos interesados y se está analizando la posibilidad de articular un modelo de negocios que contemple hospedaje y restaurante, que ambas unidades de negocios no estén separadas para que el restaurante tenga una explotación comercial más equilibrada”, finalizó.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 29-04-2017 >