Los 21 comprimidos de Palbociclib cuestan unos 140.000 pesos. Fue autorizado por ANMAT en febrero del año pasado. En nuestra provincia, Laura Acuña aguarda que el Ministerio de Salud y la obra social PROFE le faciliten el acceso para contar con esa droga que la ayudaría en su lucha contra el cáncer.
Laura Acuña tiene 38 años y hace 8 años que viene peleando contra un cáncer. Ahora está a la expectativa de que finalmente, y después de varios pedidos y reclamos, las autoridades sanitarias le faciliten el acceso a una droga que -según ella sabe- se aplicaría por primera vez en la provincia.
Hasta el momento, tal vez por esa misma circunstancia, tanto la obra social PROFE como el Ministerio de Salud tuvieron serios problemas para darle una respuesta concreta.
Se trata de Palbociclib. La medicación (21 comprimidos) cuesta unos 140.000 pesos.
La droga fue aprobada para su uso en el mes de diciembre de 2015. Se convierte en la primera línea de tratamiento en pacientes con metástasis de un tipo de cáncer de mama muy frecuente. Es una terapia innovadora que duplica el tiempo de sobrevida libre de progresión de la enfermedad al inhibir el ciclo celular de las células tumorales, explican los especialistas.
El Palbociclib fue aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) y está disponible para los pacientes desde febrero del año pasado. Está indicado en combinación con letrozol para el tratamiento de mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama metastásico RE positivo HER2 negativo (RE+/HER2-).
Acuña está angustiada, a la expectativa de que por fin pueda acceder. “Tengo una hija de 12 años. Si yo no estoy, ¿quién se va a hacer cargo? Nadie”.
“La vengo luchando hace ocho años, pero ahora me agarró de vuelta en los huesos. Necesito esa medicación”, contó, cuando durante la semana pasada le costaba encontrar respuestas oficiales. Ahora tiene el compromiso oficial de que tendrá la medicación.
“Estoy esperando que me la compren, y empeorando cada vez más”, apunta. La que hizo todos los trámites es una amiga porque “yo no ando bien como para andar de acá para allá”. Su amiga recorrió varias veces pasillos oficiales: el PROFE, el Hospital, el Ministerio.
“La medicación es nueva, salió el año pasado y es la primera vez que se usaría en La Pampa”, dice Laura Acuña. Según explicaron los médicos, “la medicación detendría un poco los tumores, los encapsula y el cáncer se detiene. La quimioterapia que me hice cada 20 días no dio buenos resultados. Esa medicación me permitiría estar un poco mejor”.
En el país se diagnostican anualmente unos 19.000 nuevos casos de cáncer de mama. Si bien la mayoría se detecta en forma temprana, eso no exime del riesgo de metástasis, ya que en 3 de cada 10 mujeres que reciben un diagnóstico precoz la enfermedad progresa en algún momento a metastásica, es decir que el tumor alcanza otras partes del cuerpo como pulmones, hígado, cerebro o huesos.
Hasta la llegada del Palbociclib -del laboratorio Pfizer-, la terapia hormonal con letrozol era la primera línea de tratamiento indicada aproximadamente en el 60% de las mujeres con cáncer de mama RE+/ HER2- (el resto, aquellas que con compromiso visceral o una enfermedad de evolución rápida y muy sintomática, debían ir directo a quimioterapia).
La presentación de la droga es en cápsulas de una toma diaria durante tres semanas (se suspende 7 días y el ciclo vuelve a empezar).
Los principales efectos adversos de la nueva terapia son neutropenia, leucopenia, anemia y fatiga, por lo que su perfil de seguridad es conocido y manejable, explican los especialistas.
