Aun bajo una intensa lluvia que persistió luego del fuerte chaparrón de ayer por la tarde, alrededor de 200 personas, en su mayoría mujeres, marcharon anoche por las calles céntricas en conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Aborto legal fue una de las principales consignas manifestadas por el grupo encabezado con tambores y pañuelos verdes que simbolizan la campaña nacional por el aborto legal, gratuito y seguro.
La movilización comenzó a las 20, tal cual estaba previsto, luego de una jornada intensa de actividades conmemorativas que se desarrollaron desde la mañana en el centro de la ciudad. Producto del aguacero, la marcha tuvo común denominador en la presencia de paraguas, pero sobre todo un ánimo de marchar a pesar del mal tiempo.
La tormenta complicó el desarrollo de las actividades que estaba previstas a partir de las 18 (intervenciones y otras formas de visibilización) pero las organizadoras se las arreglaron para no detener el cronograma previsto. El fuerte aguacero comenzó a caer apenas habían comenzado las actividades vespertinas en la plaza San Martín. Dos horas más tarde, cuando llegó el momento de marchar, la lluvia caía persistentemente y, por momentos, el cielo se iluminaba con la tormenta eléctrica. La movilización recorrió la avenida San Martín Este, desde la plaza hasta el Centro Cívico, ida y vuelta.
Asamblea.
Con mejores condiciones del tiempo, las actividades de la mañana tuvieron su momento de mayor convocatoria con la asamblea que se realizó a partir de las 11.30 en las escalinatas del edificio de la UNLPam. Es que entre las 11 y las 13 estaba previsto el paro internacional de mujeres.
Tras convocarse frente al edificio universitario, las mujeres se dirigieron a la esquina de Coronel Gil y avenida San Martín, donde cortaron el tránsito. La discusión asamblearia se realizó con las participantes sentadas en ronda sobre el pavimento. Las diversas representes de las organizaciones fueron tomando la palabra para contar las experiencias de la lucha. También repararon en las repercusiones en los lugares de trabajo, de la adhesión o no, a la reunión femenina promovida para la fecha, entre otras actividades.
Con un megáfono, comenzaron a relatar experiencias, algunas mencionaron las “trabas” que padecieron cuando quisieron sumarse a la asamblea y hasta las situaciones laborales que siguen evidenciando las diferencias entre el trabajo y salario de hombres y mujeres.
Estuvieron presentes referentes del Foro Pampeano por el Derecho al Aborto, Legal, Gratuito y Seguro, ATE, CCC, PST, Frente Ciudadano, Partido Socialista, Mala Junta, PO, Sitrasap, Todas somos Andrea, Red Abolicionista y la agrupación Pan y Rosas, entre otras. También acompañó la concejala local del FPV, Alba Fernández.
Para las 12 del mediodía, se dirigieron al hall municipal donde con cánticos y aplausos, hicieron notar su presencia. Las mismas agrupaciones fueron las que marcharon horas después, bajo la lluvia, en la noche santarroseña. El intendente santarroseño, Leandro Altolaguirre, fue uno de los testigos de la marcha, sentado junto a su pareja en una panadería céntrica.
“Celebrar conquistas y avances”
En el Día Internacional de la Mujer, el Ministerio de Desarrollo Social del gobierno provincial, a través de sus subsecretarías y direcciones, informó que continúan trabajando “en materia de igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y los derechos humanos de las mujeres en nuestra provincia”.
Desde el organismo gubernamental, señalaron que “el Día Internacional de la Mujer es un buen momento para conmemorar la lucha por los derechos, para celebrar las conquistas y los avances realizados sin dejar de reflexionar sobre los desafíos pendientes. Para modificar patrones culturales que replican violencias, visibilizar las prácticas asimétricas, machistas y patriarcales, favorecer acciones decisivas y visibles en dirección a la igualdad de género”.
Agregaron que “este 8 de marzo nos comprometemos a renovar nuestro compromiso y convicción con los derechos humanos fundamentales, que lamentablemente día a día siguen siendo vulnerados en el interior de los hogares de tantas mujeres, niñas, niños y adolescentes, trabajando por una vida digna, libre de violencias, abusos, desventajas y miedo. Hacemos propio el concepto que nos postula Marcela Lagarde cuando expresa: “Decimos que una mujer o grupo de mujeres está empoderada cuando esos poderes ya no le son externos, se le vuelven cuerpo y subjetividad, manera de ser y de vivir. Cuando cada mujer y cada grupo de mujeres defiende, por sobre todas las cosas, su cuerpo, sus recursos, sus capacidades, sus bienes, sus oportunidades, su mundo inmediato y mediato”.
“Si mi vida no vale, produzcan sin nosotras”
Romina Gutiérrez, integrante del Foro Pampeano por el Derecho al Aborto, Legal y Seguro y la agrupación Socorro Rosa, dijo antes de iniciar la asamblea en las escalinatas de la UNLPam que más de 40 países se estaban declarando en paro, en huelga; para reclamar bajo la consigna “Si mi vida no vale, produzcan sin nosotras”.
“Las mujeres, gracias a las luchas de mujeres pasadas, que nosotras tomamos, empezamos a ser conscientes de nuestros derechos y de nuestro rol fundamental en esta sociedad, pero parece que hay un sector que todavía no se ha dado cuenta y se cree con el derecho a quitarnos la vida cuando quiere, sin ningún argumento lógico posible. Por eso estamos acá y utilizamos nuestro derecho al paro y la asamblea como herramientas de lucha para el desarrollo de la sociedad”, dijo en alusión al alarmante número de femicidios en nuestro país.
Estado
La joven dirigente denunció que, últimamente, se advierte un vaciamiento dentro de los programas de los derechos de las mujeres. “Somos las más perjudicadas por la crisis actual y sobre todo en las iniciativas de salud reproductiva, donde se están vulnerando muchos derechos y conquistas conseguidas; al igual que los programas para erradicar los femicidios y el maltrato hacia las mujeres. Por eso le reclamamos al Estado”.
En cuanto al Estado provincial, reclamó una aplicación de un protocolo correcto de abortos no punibles. “No existe en la provincia, un protocolo adecuado para garantizar esos derechos”, denunció.
Femicidios.
Desde la Agrupación “Pan y Rosas”, Claudia Lupardo, manifestó: “La lucha es para que no nos sigan asesinando, para que en el ajuste que se ha venido estos últimos tiempos deje de haber mujeres precarizadas, deje de haber mujeres que están oprimidas no solo en su trabajo sino en sus casas; eso es una lucha muy profunda”.
“La exigencia de Pan y Rosas es que las centrales (sindicales) adhieran a un paro porque en este momento, hay un montón de trabajadoras que están agachando la cabeza y no pueden venir. Yo soy docente y es importante que haya clases alusivas como planteó Utelpa, pero debería haber existido el día de paro; las empleadas de comercio que no pueden parar; este paro internacional es para parar, poder organizarnos y decir las atroces condiciones de trabajo que tenemos en el mundo”, señaló.
Miles de mujeres colmaron Plaza de Mayo
Miles de mujeres se movilizaron ayer desde el Congreso de la Nación hasta la Plaza de Mayo en el marco del Día Internacional de la Mujer, que incluyó un “ruidazo” y un paro del sexo femenino contra la violencia de género y en reclamo de una serie de reivindicaciones.
El acto central del Paro Internacional de Mujeres se realizó en la Plaza de Mayo, donde montaron un escenario que sirvió para la lectura de un documento con distintas consignas. Una vez terminada la marcha en Plaza de Mayo, un grupo de manifestantes prendió fuego frente a las vallas que protegían la Catedral y se generaron corridas e incidentes.
En ese sentido, hubo enfrentamientos con personal policial, pero el momento más tenso se registró cuando un joven exhibió una bandera del Vaticano y fue golpeado por algunos de los más exaltados. Aunque fue rescatado por dos mujeres.
Pedidos de justicia. Las mujeres con la presencia de hombres, en su mayoría jóvenes reclamaron contra la violencia de género, la cultura patriarcal, la discriminación, la desigualdad de género y el pedido de justicia por las víctimas de femicidios. El discurso fue consensuado en tres asambleas e incluyó entre sus principales puntos: “Paramos porque somos parte de una historia colectiva e internacional. Toda lucha feminista es la que nos tiene a las mujeres organizadas contra el patriarcado en las calles, en las plazas, en las casas y en las camas”.
“Paramos porque hacemos visible el mapa del trabajo en clave feminista. Paramos las ocupadas y desocupadas, las asalariadas y las que cobramos subsidios, las cuentapropistas y las que realizamos tareas domésticas y de cuidado”, señaló el documento. Además, expresaron: “Paramos porque exigimos aborto legal, seguro y gratuito”.
“Paramos para defender nuestras disidencias sexuales y de género. Reclamamos la implementación plena de la ley de identidad de género: acceso real al derecho a la salud integral, a las rectificaciones registrales expeditas, al respeto a la propia identidad”, indicaron.
En otro parte del documento, manifestaron: “Paramos para decir basta a las violencias. Basta de femicidios”.
Convocada por varias agrupaciones, entre ellas el colectivo Ni Una Menos, una marea humana colmó la avenida de Mayo en el paso de la marcha. “Se va acabar, se va acabar, esta cultura patriarcal”, cantaron las mujeres durante la marcha.
Ruidazo.
El Paro Internacional de Mujeres comenzó al mediodía con un “ruidazo” en diferentes calles de la ciudad, oficinas, escuelas y en las cabeceras de las líneas de los subtes y estaciones del ferrocarril Sarmiento.
Uno de los puntos donde tuvo lugar el “ruidazo” fue en el cruce de avenida Rivadavia y Callao, donde un grupo de mujeres cortaron la calle.
Otra de las manifestaciones la realizó un grupo de trabajadoras del subte en la estación Congreso de Tucumán, de la línea D, donde más de una decena de mujeres llevaban en su pechera la inscripción: “Somos las mujeres trabajadoras que movemos Buenos Aires”.
También, en el barrio de Monserrat un grupo de empleados y empleadas de comercio participaron del “ruidazo” con bombos y trompetas.
Algunos gremios definieron medidas de fuerza, que van de asambleas por turno, o cese de actividades de una o dos horas que se realizaron antes de la marcha.