El Gobierno de Mendoza volvió a apelar a la mentira en su afán de quedarse con los recursos hídricos de las otras cuatro provincias que integran el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO): La Pampa, Buenos Aires, Río Negro y Neuquén.
Ahora, sus autoridades dijeron a su provincia que en la reunión del Comité que se hizo el jueves en Buenos Aires se aprobaron las primeras normas de llenado.
Es mentira: como sus representantes recién acercaron en ese encuentro la documentación pertinente, la votación no se hizo, atendiendo a un planteo de los delegados pampeanos, y se postergó para el encuentro del próximo 2 de marzo.
Esto último quedó estipulado en el Acta de la reunión, en donde se establece que ‘Las restantes provincias se manifiestan a favor de su aprobación sin perjuicio de que el representante de La Pampa pide postergar la votación, la cual se realizará formalmente en la próxima reunión del Comité Ejecutivo’. O sea: no hubo votación, y entonces, no hubo aprobación.
Sin embargo, los funcionarios mendocinos dijeron otra cosa. Por eso, presos de esa tergiversación, medios cuyanos publicaron que en el COIRCO se aprobó “por mayoría el programa de llenado del embalse Portezuelo del Viento, mientras que el próximo mes será debatido y sometido a votación el plan de manejo del futuro embalse”.
El ministro de Gobierno, Dalmiro Garay, fue el encargado de divulgar la falacia, que tiene por objetivo mostrar de manera ficticia avances que no hubo. De hecho, declaró que con la supuesta aprobación "estamos terminando el proceso técnico que Mendoza debía presentar ante el COIRCO".
Más aún, entendió la postura de La Pampa como “una abstención temporal” y aseguró que un eventual voto negativo que no tendrá consecuencias, porque “las decisiones del COIRCO se toman por mayoría”.
Muy probablemente, en virtud de su clásica política del “hecho consumado” –hacer que las cosas pasen sin que importe la ley- el Gobierno mendocino busque instalar la idea de que la suerte ya está echada. Así hizo con el Atuel: se apropió del río, desconoció acuerdos y obligó a recurrir a la Justicia. Mientras tanto, claro, hace uso y abusa del agua, condenando a los habitantes del oeste de nuestra provincia a la miseria. Ni siquiera la definición de la ONU de violación de derechos humanos hizo que la situación cambie.
Pero no por eso hay que permitirles que se salgan con la suya: si en la próxima reunión del Comité La Pampa vota negativamente se producirá otro diferendo, que deberá ser resuelto posteriormente en una reunión del Consejo de Gobierno –o sea los gobernadores- y si allí tampoco hay unanimidad, entonces deberá laudar el presidente Macri.
En resumen, el tema no registró avances, diga lo que diga el Gobierno de Mendoza, al que no le basta con haberse robado el Atuel. No podemos permitir que se repita la historia con el Colorado.