Una inusual situación que les tocó vivir ayer después del mediodía a Mariano Alfredo Giménez y Rosa Weinberger, quienes desbordaban de alegría por haber presenciado un parto natural y estado al lado de la parturienta cuando más lo necesitaba. “Fue un susto que terminó en alegría”, le dijo Giménez a LA ARENA al relatar lo vivido.
Con su compañera de viaje habían salido de Santa Rosa y cuando faltaban dos leguas para llegar al pueblo observaron a lo lejos que un auto se bajaba a la banquina y rápidamente el conductor empezaba a hacer señas para que alguien parara. Giménez se sobrepuso al temor de encontrarse con una persona desconocida y detuvo la marcha, mientras su pareja le pedía que tenga cuidado porque no veían humo ni vapor que saliera del motor del rodado estacionado.
“Cuando me acerco, el hombre abre el baúl, saca un toallón y con las manos ensangrentadas me dice: está naciendo mi beba”, contó Giménez. La embarazada había roto bolsa. “La llamo a Rosita y cuando ingresa al auto, escuchamos el llanto de la beba y todos nos emocionamos. Rosita atendió a la madre dándole los primeros auxilios y a la beba la tapamos con una toalla que siempre tengo. Lo primero que hizo fue prenderse a la teta de la madre, fue algo grandioso. Luego, llamamos al hospital de Winifreda. No nos atrevimos a cortar el cordón umbilical para no causarle infecciones, preferimos que lo hagan los profesionales”, continuó Giménez.
Enfermera.
A los pocos minutos llegó la ambulancia con el chófer Marcelo Lentz, la doctora Ilvia García y la enfermera Verónica Montenegro. El personal médico trasladó a la madre y su beba hasta el hospital local mientras que Giménez acompañó al padre.
La beba ingresó cerca de las 13 horas en perfecto estado de salud y pesó 3,100 kilos. Su nombre es Josefina. Su mamá se llama Emilse Canon Rivas de 28 años y su papá Rodrigo Reyes. Ambos tienen otro hijo de 10 años, que estaba con ellos en la ruta al momento del nacimiento de su hermanita. El matrimonio es jujeño, pero está trabajando en la zona rural de Luan Toro desde hace más de 10 años.
Josefina y su madre fueron derivadas a la clínica Modelo de Santa Rosa donde fueron recibidas por la médica de cabecera Talia Gallo y el neonatólogo Marcelo De la Torre. “Después de todas las cosas malas que me pasó este año le doy gracias a Dios por haber vivido semejante experiencia. Josefina es una niña maravillosa, se portó muy bien, goza de muy buena salud y le deseo toda la suerte en el Año Nuevo”, expresó Giménez emocionado y deseando volver a verla. “Hace 21 años que soy comisionista, he hecho muchos auxilios pero nunca de este tipo. Siento una alegría inmensa”, finalizó.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 31/12/2016 >