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Misiones salesianas en Winifreda


Antes de contarles el nacimiento de la Iglesia Católica en Winifreda, comenzaremos con el nacimiento del mojón salesiano de la Colonia San José que está estrechamente relacionada.

Iglesia de San José

Con tal motivo la autora de la nota, Claudia P. Visbeek, dialogó el 2 de Marzo de 1998 con el Señor Martín Lanz, una de las personas que conoce de cerca las luchas de los colonos de San José para erigir el templo local, puesto que quien nos cuenta es yerno de uno de los fundadores, el Sr. Jacobo Kistner.

Una vez emigrados, y luego de diversas penurias que ocurren a la familia Lanz (como por ejemplo haber comprado un campo en la zona de Quehué, el que luego descubren había sido vendido también a otros colonos, siendo todos estafados) terminan siendo vecinos de los Kistner, a quienes ya venían a visitar antes de establecerse en la zona ya que una hermana de Martín Lanz era ahijada de Jacobo Kistner, y una hija de éste era ahijada de la madre de aquel, ya viene de lejos la amistad... dice don Martín. Así, junto a Catalina tienen seis hijos: Elvira, Avelino, Ana, Carlos, Rosa y Daniel. Una de ellas. Rosa Lanz de Arroyo, nos recibe en su casa de Winifreda para mantener la conversación con su padre que la está visitando.

E. Sr. Lanz nos cuenta que su suegro hizo mucho por la Colonia ya que él, junto a Cristóbal Dietrich, eran propietarios de 100 hectáreas (desde 1908 (1)) en las que luego sería fundado San José, para lo cual venden varios solares, como así también donan otros para el cementerio y templo.

Consultando luego libros y diarios sobre este tema, constato que 1910 es un año importante en esta historia ya que se funda la Colonia San José y se radica en Santa Rosa el padre Matías Saxier. Desde allí, saldrá a misionar por Villa Mirasol, Inés y Carlota, Espiga de Oro, y por supuesto San José. En esta última población, se convierte en el promotor de la edificación del templo que, una vez construido, sería el más amplio e importante de la zona para esa época.

Primeramente forma una comisión que integró con Jacobo Kitsner, Cristóbal Dietrich, José Minig, Jorge Naab, Enrique Steimbach, José Schwab, Juan Simón, Francisco y Pedro Reinhard, José Bender, Francisco Engraff, Antonio Furch, José Distel, Juan Gette, Esteban Herlein y José Schulmaister. Estos se dedicarán a la construcción de una capilla que se inaugura en 1912 y que será atendida por Saxier. (2) Oportunamente, Lanz me había relatado que este sacerdote luego emprendió con los vecinos, entre los que se encontraban también Kistner, Dietrich, Minig, Schwab, entre otros, la tarea de recolectar fondos para la construcción del hoy afamado templo (declarado Monumento Histórico Provincial en 1983). Lanz, nos comenta que todos los colonos hicieron su aporte para costear la construcción, dieron hasta bolsas de trigo... también se hicieron rifas para recaudar dinero. Estas las iban a vender por todos lados donde había familiares, amigos. Hasta a Coronel Suarez fueron a vender... (Recuérdese que allí había una gran colonia de Alemanes del Volga).

Martín Lanz recuerda que como su suegro estaba en la Comisión pro Templo, los ladrillos se hicieron con tierra de un campo de Don Jacobo que estaba frente a donde se construía el templo. Al hacer éste en vida la sucesión, le tocó en suerte ese campo a su hija Catalina (esposa de quien esto nos narra).

Todo iba muy bien, se había reunido dinero suficiente, pero ninguno de los integrantes de la comisión se decidía por hacerse cargo de semejante monto. Finalmente acuerdan entregárselo al padre Saxier. Este, al parecer, a su vez lo remite a la congregación. Llegado el momento de cumplir con los pagos, no aparecía la cantidad de dinero necesaria. Son los colonos nuevamente quienes deben reunir más dinero para enfrentar los compromisos asumidos. Enojados, solicitan el alejamiento de Saxier.

Finalmente los colonos se salen con la suya, logran culminar el templo y la congregación Salesiana debe reemplazar al párroco. Un ejemplo más del tesón de aquellos pioneros y de que la unión ayuda a lograr los objetivos comunes.

Tavella y Valla (op. cit.) reseñan que la piedra fundamental se coloca el 31 de octubre de 1926 y el 8 de mayo de 1927 ya se inaugura aunque para esa fecha ya hacía más de dos meses que el padre Saxier había dejado San José pasando a atender Colonia Santa María. En su reemplazo queda el padre Francisco Kutsche quien será el encargado de organizar los festejos de la inauguración (4).

Según me cuenta Lanz, este nuevo cura era joven y con mucha capacidad de trabajo, entonces decidió crear el centro de Ex-alumnos de Don Bosco. Este funcionaba en la antigua capilla que era de adobe y aún estaba en pie frente al nuevo templo. El objetivo del padre era reunir allí a los muchachos para actividades de entretenimiento, sobre todo los domingos.

Algunas actividades que Don Martín recuerda era jugar al billar y al fútbol. Los autores de "Las misiones y los salesianos en La Pampa", Tavella y Valla, nos informan que al padre Kutsche lo sucede en 1930 el padre José Fuchs hasta 1933, éste a su vez es reemplazado por el padre Guillermo Wasel. Este último será quien logre comenzar la construcción de las capillas de Villa Mirasol, Mauricio Mayer y Winifreda, ya que tanto él, como todos sus antecesores y sucesores en San José, deberán atender una vasta zona rural como así también diversos poblados en donde no había cura radicado.

En 1939 se radica como párroco en San José, el padre Francisco Grzezik, y de 1940 a 1946 vuelve Wasel. A éste le sucede Adolfo Wilmuth quien logrará terminar las obras de Mirasol, Mayer y Winifreda. En 1951 lo sustituye el padre Carlos Riedrich hasta 1956.

Desde este año hasta 1959, se hace cargo el padre Honorio Gildenberger. Del 59 a 1962, vuelve el padre Carlos Riedrich, a éste le ayuda en Winifreda y otros pueblos el padre Juan Kellermann. De 1962 a 1968 regresa al frente de San José el padre Honorio quien será el último párroco residente en San José. En 1968 se hace cargo nuevamente el padre Carlos Riedrich como cura vicario de la parroquia de San José, pero con sede en Colonia Barón. Esta mudanza de sede se produce como consecuencia de los cambios demográficos producidos en una y otra población. San José, que llegó a reunir entre zona urbana y rural 581 habitantes en el año 1935 (5), había decrecido a 100 habitantes y Colonia Barón había llegado a reunir 3.000 pobladores (6). De allí en más, el templo de San José será atendido por el cura párroco que se encuentre radicado en Colonia Barón.

¿Qué pasó con esta colonia que en sus orígenes se proyectaba como muy próspera y con un futuro que parecía también promisorio?. Resulta que en un principio pensaban ubicarla en lo que es hoy Colonia Barón (que en ese entonces no existía) pero decidieron radicaría 6 Km más al noroeste por donde creían pasaría el ferrocarril que uniría Mirasol con Winifreda. El ferrocarril no pasó por allí sino por las tierras de Wilfrid Barón y Drysdale... Y esto no fue el resultado de un golpe de suerte para estos últimos, fue la lógica consecuencia de la posesión de un mayor poder económico. De todo ello resultó que el destino de la Colonia fue el del lento agonizar.

Para cerrar esta nota, un recuerdo más de Martín Lanz: me cuenta que el padre Saxier, mentor del templo de San José, después de irse de la colonia, no volvió nunca más a ella. No se dejó ver más por allá, dice Don Martín, pero al verse morir pidió ser enterrado en San José.' Allí descansan sus restos...

(1) Dato extraído del Diario La Reforma, 30/11/1996-, nota: "Llegan los alemanes del Volga". (2) Tavella, R. Y Valla, C., "Las misiones y los salesianos en La Pampa", S. Rosa, 1975. (3) Este último dato extraído de La Arena, 06/08/1996; nota "Preocupa el deterioro del templo de San José". (4) Tavella y Valla, op. cit. (5) La Reforma, 30/11/1996. (6) Tavella y Valla, op. cit.

LOS SALESIANOS Y SU OBRA EN WINIFREDA

En 1896 nacía en General Acha la Iglesia Madre de los Salesianos en La Pampa. Desde allí se misionó todo el sudoeste y sudeste del territorio. Ese mismo año, también se crea la de Santa Rosa, pero para atender a los pobladores del noroeste hasta General Pico.

En 1910, se radica en Santa Rosa el sacerdote Matías Saxier y comienza a misionar las colonias de Villa Mirasol, Inés y Carlota, y Espiga de Oro. Al construirse en San José la primer capilla, se hace cargo de la misma el ya citado sacerdote. Desde allí partía; primero en sulqui, en charro con capota luego y por último en automóvil; para visitar las colonias vecinas. Una de ellas era la Espiga de Oro, sita en un campo que abarcaba 8 leguas cuadradas lindante con lo que hoy es el pueblo de Winifreda. Allí; nos cuentan los padres Tavella y Valla en su obra "Las misiones y los salesianos en La Pampa"; residían 80 familias que habían erigido la capillita en 1911 y la habían dedicado a San Miguel. Primeramente se construyó en el campo de los Russman y en 1917 fue trasladada al campo de Don Pedro Molecker ya más ampliada. Sus sacritanes fueron Juan Lanz, Juan Distner y Alejandro Weth. Entre sus colaboradores, Saxier cita a los señores Forster, Gottfried, Wiggenhauser y Schafferd.

Otra de las colonias que visitaba era Inés y Carlota. Allí , las familias italianas y rusoalemanas, concurrían a una capilla atendida por el sacristán Juan Roll.

Otro lugar también visitado por Saxier era el Bajo de las Palomas que en aquel entonces tenía una capillita de barro revestida con ladrillos.

Al poblarse lo que es hoy la zona urbana de Winifreda, comienza también a visitarla.

A medida que pasan los años, se van sucediendo los sacerdotes a cargo de San José y siempre continúan visitando esta zona para atender a los fíeles y tratando de llevar adelante proyectos de construcción de capillas en los centros poblados que no la tenían, como Villa Mirasol, Mauricio Mayer y Winifreda. Durante esos años, según cuentan los vecinos, se decía misa en distintos lugares cedidos por los pobladores.

Prueba de esto son los datos aportados por los sacerdotes Tavella y Valla en el ya citado libro, quienes hacen referencia a que, por ejemplo, el padre Wassel (que fuera misionero y párroco de San José por 18 años) rezaba aquí en una capilla privada y luego en un galponcito.

En mayo de 1940 llega hasta Winifreda Monseñor Serafín y bendice la Piedra Fundamental de la nueva Iglesia. Le corresponderá al ya mencionado Wassel, iniciar la obra de construcción hasta el techo.

construcción de iglesia de Winifreda

Entre los caballeros integrantes de la comisión Pro-Templo estaban: José Wiggenhauser, Adolfo Obert, Pedro Lanz, Melchor Gross, Jorge Pitz y el sacristán de la iglesia, Alejandro Weth (padre del sacerdote Jorge Weth).

En febrero de 1946, llega como nuevo cura al templo de San José, el padre Adolfo Wilmuth, quien propiciará la terminación de la capilla de Winifreda.

En "Las Misiones y los Salesianos en La Pampa" se transcribe un relato del padre Gmeiner, capellán de Wilmuth, quien cuenta que hacia 1946 la capilla de la Espiga de Oro estaba muy deteriorada. La colonia en general había sufrido sequías y otros trastornos que provocaron, poco a poco, la emigración de los colonos en busca de mejores lugares. Como consecuencia de ello, la capilla había sido abandonada y se terminó cayendo el cieloraso.

Posteriormente se vendió la madera y el dinero se empleó para mejorar la de Winifreda. Finalmente, también obsequiaron los colonos la araña de aquella capilla y hoy está ornando la nave de la Iglesia de Winifreda.

Bibliografía: Tavella, R.J. y Valla, C.J.: "Las misiones y los salesianos en la Pampa", Santa Rosa, 1975.

Iglesia "Cristo Redentor" de Winifreda

(Extraído de "La Revista del Museo" - Winifreda - La Pampa)

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