ADHESIÓN AL GENUINO RECLAMO DE LOS DOCENTES A ocho meses de gobierno del presidente Mauricio Macri, el balance es altamente negativo para la mayoría de nuestro pueblo. Ha desarrollado políticas económicas direccionadas en beneficio de los sectores concentrados de la economía provocando una transferencia de recursos desde el bolsillo de los trabajadores, la clase media, la pequeña y mediana empresa de capital nacional en favor de las corporaciones económico financieras asociadas al capital extranjero. De estos ajustes no se han salvado los docentes y el presupuesto para la educación.
El rumbo económico actual deriva en consecuencias sociales adversas para el conjunto de la sociedad argentina. La propagación de ajustes, tarifazos, la pérdida del poder adquisitivo generada por la transferencia y concentración de capital entre los que más tienen, nos ha situado en un panorama de aumento del desempleo formal e informal, de exclusión social y de crecimiento de la pobreza y de la indigencia. Son los niños, niñas y jóvenes los principales perjudicados.
Nos sumamos al genuino reclamo de los trabajadores para que la educación sea preservada de las políticas de ajuste del gobierno nacional y reclamamos por el contrario que se vaya incrementando el presupuesto destinado al área ya que es insuficiente.
En el primer semestre se devaluaron los salarios un 50 por ciento y esa pérdida del poder adquisitivo no fue ni por cerca compensada con paritarias que se plantearon entre 15 y 30 por ciento anual. Hasta las estadísticas más benévolas indican el aumento de la pobreza y la indigencia, y así fue ratificado por los números oficiales a través del INDEC. Sin embargo, el gobierno nacional decidió no volver a hablar de paritarias cuando el salario se ha ido devaluando mes tras mes.
Este no solamente es un paro vinculado al salario sino es un paro que busca jerarquizar la educación pública argentina. El salario docente tiene un impacto directo en la calidad educativa. Queremos docentes que no vivan en la urgencia, nadie da lo que no tiene, hay que eliminar las inseguridades de la educación.
Debemos desarrollar la escuela laica y gratuita que forme ciudadanos y prepare a nuestros jóvenes en las capacidades que requiere el mundo del trabajo. Que sea motor y parte de un proyecto de país igualitario, con desarrollo social y ambientalmente sustentable. Que enseñe a ser libres, a convivir y a pensar. Gratuidad y libre acceso a los cuatro niveles de la educación con el suficiente presupuesto para ello.