Darío Priotti, de 33 años, es el único productor en la provincia que se dedica a la crianza de la raza bovina Limangus, creada por argentinos a partir de un cruzamiento entre Limousin y Aberdeen Angus.
El joven winifredense asistió a la 130º Exposición Rural de Palermo, en Buenos Aires, donde adquirió dos toros hermanos enteros Limangus Puros de Pedigree, uno de ellos coronado gran campeón de la raza. Los nuevos ejemplares se encuentran desde la semana pasada en su cabaña para seguir potenciando la genética de sus animales.
“Somos socios de la Asociación de Criadores Limangus desde 2011, cuando comenzamos con las primeras incorporaciones en pedigrí. Esta es una entidad medianamente chica porque tiene pocos socios en el país, por lo tanto tratamos de hacer un esfuerzo, los que estamos lejos sobre todo, para encontrarnos todos los años con el fin de intercambiar ideas y cuestiones vinculadas con los adelantos de la raza”, contó Priotti desde su establecimiento “San Eduardo”, ubicado en el Lote XIII.
El 21 de julio último, cuando fue la jura de los reproductores Limangus y a la tarde las ventas de 34 animales entre machos y hembras, el productor asistió “con el objetivo de buscar un toro padre de plantel para incorporar sangre nueva y afortunadamente lo encontramos”.
Hijo de Vengador.
El toro gran campeón adquirido por Priotti tiene tres años y es hijo de Vengador, un toro que fue gran campeón en Palermo 2012. Pesa 850 kilos, tiene un largo prolongado, 39 centímetros de circunferencia escrotal, buenas masas musculares, una excelente cabeza y porte de macho. Su hermano cumplirá dos años en septiembre, pesa 680 kilos y características físicas similares. Ambos son mochos y de pelaje colorado fino. “Estos animales pertenecían a la Administración Cook, situada en Coronel Suárez, Buenos Aires. Desde un comienzo trabajamos con la línea genética de esta empresa, no hemos cambiado porque se adapta muy bien a la zona”, contó el productor.
Los inicios.
Priotti recordó que en 2008 incorporó el primer lote de vaquillonas Limangus puras controladas y tres años después trajo desde Palermo una vaca y un toro, que todavía están activos en el campo. El rodeo supera en la actualidad las 100 vacas puras controladas. “Con los nuevos toros vamos a potenciar la genética, dar un mayor golpe de crecimiento, afianzar características y nos permitirá corregir algunos errores”, precisó el ganadero, quien, además, es técnico inseminador y recibe la colaboración de su tío y veterinario del establecimiento, Raúl Meyer. Desde este año, nuevas generaciones de veterinarios atienden su hacienda.
La preñez de los animales se realiza primero a través del método de inseminación artificial y luego el toro hace “un repaso” a todas las vacas. “Con la inseminación se puede alcanzar entre el 50 y el 60 por ciento de preñez, el resto lo hace el toro”, apuntó Priotti.
“Los toros estuvieron en Palermo 20 días encerrados en un lugar con calefacción y ahora estamos esperando que se adapten al medio, nos reconozcan a todos y a partir de octubre seguramente entrarán en servicio”, adelantó. “Están al reparo para evitar las corrientes de aire, pero después andarán libremente por el campo. Están comiendo verdeo y en verano sorgo forrajero, alfalfa, no tienen ningún cuidado especial”.
Precios máximos.
Priotti empezó hace tres años a comercializar reproductores machos Limangus en Macachín, oeste de La Pampa, Santa Rosa y Mauricio Mayer. “El objetivo es afianzarnos en la zona y brindarles a los productores una herramienta más para que La Pampa siga produciendo los mejores novillos. Uno lo ve día a día en Liniers donde los novillos pampeanos tienen los precios máximos del mercado concentrador de hacienda, por eso son muy buscados. Nosotros vemos nuestro propio resultado cuando cargamos nuestra hacienda. Evidentemente, tienen muy buena genética porque se encuentran en un lugar donde pueden desarrollarse y criarse de una manera diferente al resto”, dice y concluye: “no hay muchas cabañas de Limangus diseminadas por el país y están buscando la raza porque se dan cuenta que funciona”. (Foto: Pitu Sarale)