FURTIVOS EN QUEHUE
Eduardo Javier Ochoa denunció que cazadores furtivos ingresaron al coto denominado “El Mapu”, ubicado a unos 20 kilómetros al noroeste de la localidad de Quehué, y mataron un ciervo colorado de 22 puntas valuado en 10 mil dólares.
Las fuentes consultadas informaron a esta corresponsalía que el hecho se habría producido entre los días 23 y 24 de julio, pero recién trascendió ayer. La muerte del animal de ocho años y de alrededor de 150 kilos, se produjo por medio de un disparo de arma de fuego.
Los cazadores ingresaron sin autorización al predio rural, propiedad de Carlos Paredes, y después de matar el ciervo colorado, dejaron tirado el cuerpo completo. Solamente se llevaron la cabeza de 22 puntas.
Allanamiento.
En la causa iniciada con intervención del fiscal sustituto José Luis Coito, y en virtud del trabajo desarrollado por efectivos de esa dependencia policial y de la División de Seguridad Rural de la Unidad Regional 3 de esta ciudad, se llevó a cabo un allanamiento en el establecimiento denominado “Los Cerros”, que se encuentra ubicado al lado del coto donde se registró el hecho.
En el marco del procedimiento ordenado por el juez de control Héctor Freigedo, los uniformados pudieron secuestrar trozos de cuero de ciervo colorado con restos de carne, armas de fuego, proyectiles y otros elementos utilizados para la caza, los cuales seguramente serán sometidos a diferentes pericias.
Secuestro.
Asimismo se secuestró una camioneta doble cabina, Ford Ranger, perteneciente al santarroseño que por el momento es el único implicado en la causa. Además, se incautó un arma de fuego con silenciador colocado, y proyectiles que se encontraban en la recámara de la misma, elementos que también serán sometidos a distintos peritajes.
La policía notificó al dueño de la camioneta y al encargado del campo “Los Cerros” en calidad de imputados, por lo que ambos quedaron en libertad a disposición de la fiscalía de General Acha.
Por otra parte, los efectivos también realizaron el registro de la camioneta secuestrada, el cual dio resultados positivos porque se incautaron diferentes evidencias de importancia para la pesquisa, tales como cartuchos calibre 300 y 308, vainas servidas calibre 300; documentación, cuchillos, una chaira y una cuerda. En la oportunidad, junto a personal de Criminalística y de un veterinario, también se obtuvieron más elementos probatorios, que probablemente después sean cotejados.