LA PAMPA PATEO EL TABLERO: AVISO QUE NO FRENARÁ EL CURACÓ Y QUE LLEGARÁ AL COLORADO
Las dos provincias intentaron que La Pampa retuviera sus aguas para evitar su reactivación. El secretario Schlegel dijo que La Pampa no frenará su avance. Nación convocó a las provincias de la cuenca del Desaguadero.
La Pampa pateó el tablero en la reunión de ayer del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco) al anticipar que en dos semanas el río Curacó descargará sus aguas en el Colorado y La Pampa no hará nada para detenerlo. Buenos Aires y Río Negro reaccionaron rápidamente y exigieron un cambio de postura, algo que no sucedió. Ante ello el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación convocó a las provincias del Colorado y a las del Desaguadero a una reunión conjunta para encontrar una solución. Minutos antes de la reunión del Coirco se había frustrado, por falta de concurrencia, la reunión convocada por la Nación para empezar a conformar el comité de cuenca del Desaguadero.
La reunión ordinaria de ayer del Coirco tuvo un sesgo inesperado cuando el secretario de Recursos Hídricos pampeanos, Javier Schlegel, brindó un informe sobre la situación de los ríos pampeanos y anticipó que ante la crecida que están atravesando los ríos Atuel y Salado Chadileuvú, el río Curacó no tardará más de dos semanas en reactivarse a pleno y llegar hasta el Colorado. Cuando esto ocurra, sus aguas se mezclarán con las del río patagónico y le trasladarán parte de la alta carga de sales que lo caracterizan.
Lo que en realidad sorprendió a los interlocutores de Schlegel fue cuando anticipó que La Pampa no hará nada para interrumpir el escurrimiento del Curacó y dejará que las dos cuencas se pongan en contacto. Esto evidenciará, tal como sostiene La Pampa, que las dos cuencas son en realidad una sola y que si no funcionan así es por las obras que se han realizado en ambas regiones para aprovechar los ríos al punto de ponerlos al borde de la extinción en territorio pampeano.
Los representantes de las provincias de Buenos Aires y Río Negro -ambas ubicadas aguas abajo de La Pampa- reaccionaron rápidamente e intentaron persuadir a Schlegel de que cambiara de postura, pero no tuvieron éxito. Por el contrario, el secretario revalidó la decisión y reiteró la postura pampeana de manejar las aguas de sus ríos atendiendo a sus propios intereses y no los de las otras provincias, como ha sucedido hasta ahora, siempre en detrimento de los intereses pampeanos.
Ante la rígida posición de las partes, el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Fabián Bereciartúa, decidió convocar a las provincias condóminas del Colorado -Mendoza, Neuquén, La Pampa, Río Negro y Buenos Aires- a una nueva reunión, esta vez con la presencia de las provincia de la cuenca del Desaguadero -La Rioja, San Juan, San Luis, Mendoza y La Pampa- a una reunión conjunta con el foco puesto en encontrar una solución al conflicto.
Este encuentro se realizará dentro de dos semanas en la sede de la Subsecretaría de Recursos Hídricos en la ciudad de Buenos Aires.
Salmuera.
Buenos Aires y Río Negro resisten la descarga del río Curacó en el Colorado porque el alto contenido salino de sus aguas puede afectar su condición de apta para consumo humano o para riego de las zonas en producción de la Corporación de Fomento del Valle del Río Colorado (Corfo), donde se encuentran más de 100.000 hectáreas en producción con esas aguas.
El contenido salino del Curacó es tan alto que califica como una “salmuera”, excediendo incluso los niveles del agua de mar. El intenso e irregular uso de los ríos de la cuenca del Desaguadero ha hecho que el Curacó permanezca inactivo durante años, sin que haya contacto entre las dos cuencas. Cuando se reactiva lo hace de forma tal que repercute en toda la región y genera fuertes tensiones entre los Estados provinciales.
Durante años, los esporádicos escurrimientos del río fueron cortados en territorio pampeano merced a un terraplén ubicado al sur de la localidad de Puelches que frenaba el avance de sus aguas. Esto implicaba utilizar el sur del territorio pampeano como una “zona de sacrificio” de esas aguas, obligando a decantar en esa zona las sales del Curacó.
Fue durante el primer gobierno de Carlos Verna que se decidió remover ese obstáculo, el denominado “Tapón de Alonso”, y permitir la normal circulación de las aguas del Curacó rumbo al Colorado.
Aquel hecho generó tensión entre las provincias, que resistieron la medida e intentaron que La Pampa volviera atrás con su decisión. Ello no ocurrió y el río volvió a conectar las dos grandes cuencas hídricas del interior argentino, como sucedía cuando los recursos funcionaban de acuerdo a su dinámica propia, sin la influencia de la mano del hombre.
El río sigue creciendo.
La Secretaría de Recursos Hídricos informó que con el río Atuel ingresando en territorio pampeano con caudales mayores a 17 metros cúbicos por segundo y con incrementos paulatinos de su valor, la situación a medida que el río avanza, va mostrando diferentes situaciones. En varios lugares, las máquinas abrieron caminos para evitar que los puesteros queden aislados. También fue necesario reforzar las protecciones para evitar desbordes del río.
En la localidad de Algarrobo del Aguila, el escurrimiento del río supera ya los 10 metros cúbicos por segundo, con tendencia a seguir aumentando. Más al sur, el agua del río luego de llenar la laguna El Uncal, escurrió a través de amplios bañados dejando un corte de unos 800 metros de ancho en su paso por la ruta provincial 14. Para garantizar la salida de los puesteros de la zona a través del Paso de los Algarrobos, se comenzaron con los trabajos sobre la misma arteria donde el río vuelve a atravesarla de manera más encauzada, para colocar en ese lugar un par de alcantarillas tubulares. Estos trabajos permiten mantener un brazo principal del río que aún no se ha activado, con un paso que garantiza la accesibilidad de al menos seis puestos.
Pensando en la accesibilidad de los puesteros ubicados aún más al sur, se está terminando de construir un camino alternativo para los puestos ubicados al sur del Paraje de Árbol de La Esperanza y al norte de Limay Mahuida, que verían comprometidos sus caminos de ingreso al momento en que se llenen de agua los bañados de dicha zona en donde habitan.
Se pudo saber que en el marco del Comité de Crisis y en cuanto a trabajos específicos de protección dentro de puestos, se culminaron en el día de ayer las tareas en el puesto de Delia Badal donde se completó un bordo de contención de unos 1.500 metros aproximados en una zona de bañados.
Estos trabajos se suman a los ya realizados en los puestos de Bulacio, Zúñiga, Zabala, Domínguez y Rosas, entre otros.
Desaguadero: fracasó reunión.
La reunión para empezar a conformar el comité de cuenca del río Desaguadero fracasó ayer debido a la ausencia de la mayoría de las provincias que habían sido convocadas. La Pampa fue una de las pocas que sí concurrió a la reunión. El encuentro había sido llamado por la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación luego que La Pampa forzara una definición al anticipar su decisión de recurrir a la vía judicial para conformar este órgano de administración y control. El fracaso del encuentro pone en evidencia la falta de interés de las otras provincias en acordar un uso compartido de los ríos de la región.
Reclamo en el Cofema
El gobierno de La Pampa llevó ayer a la asamblea de la Comisión Federal de Medio Ambiente una propuesta para que el organismo se expida y apoye el pedido de un Comité de Cuenca que trate el conflicto con la provincia de Mendoza.
La Asamblea del Cofema -el organismo que propone la formulación de las políticas ambientales- comenzó a las 14 de ayer y finalizará hoy en la ciudad de Córdoba, presidida por el ministro de Ambiente de la Nación, el rabino Sergio Berman.
A la reunión asistieron el subsecretario de Ecología del gobierno de La Pampa, Fabián Tittarelli y el asesor letrado del organismo, Marcelo Turnes, quienes llevaron una presentación con la problemática del río Atuel ante los representantes de todos los distritos del país y de las autoridades del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
A través de un detalle de los principales hechos jurídico-políticos, la presentación de La Pampa en la reunión se situó en quinto lugar en el orden del día. Había sido solicitada hace más de un mes, cuando se decidió la realización de la Asamblea.
El argumento de peso que llevó nuestra provincia se basó en solicitar que el organismo federal se expida de manera “solidaria” hacia La Pampa -como es habitual con respecto a otros temas ambientales particulares de alguna provincia-, y que por lo tanto, resuelva o recomiende (tales son las figuras a través de las cuales podría manifestarse), la conformación de un Comité de Cuenca.
La presentación.
Junto con los datos sobre la declaración de interprovincialidad del río Atuel consagrada por la Suprema Corte (en 1987); o el acuerdo de 2008 para el uso de las aguas (incumplido por Mendoza), la ponencia de la Subsecretaría de Ecología se basó en manifestar los pedidos externos al gobierno, como los emanados del Tribunal Latinoamericano del Agua y el de hace unos días, de los relatores para la Organización de Naciones Unidas, solicitando “que el gobierno argentino brinde una solución definitiva al problema del curso de agua que enfrenta a las dos provincias”.
Asimismo, se menciona la demanda de 2014 ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación contra la provincia de Mendoza y el propio Estado Nacional, “por los impactos negativos producidos sobre la población y su calidad de vida y los recursos naturales de la provincia”.
Como apoyo a los argumentos, se mostraron imágenes de los impactos negativos producidos sobre el ambiente y la población, así como las repercusiones públicas de la situación a través de los medios, tanto provinciales (de La Pampa y Mendoza) como nacionales.
El Cofema.
El Consejo Federal de Medio Ambiente se creó en el año 1990 y en su acta constitutiva se propone para formular una política ambiental integral, tanto en lo preventivo como en lo correctivo, en base a los diagnósticos correspondientes y teniendo en consideración las escalas locales, provinciales, regionales, nacionales e internacionales.
También figuran entre sus objetivos coordinar estrategias y programas de gestiones regionales y nacionales en el medio ambiente, “propiciando políticas de concertación como modo permanente de accionar con todos los sectores de la Nación involucrados en la problemática ambiental”.
El ministro rabino Sergio Bergman fue elegido en mayo, en Misiones, presidente del Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema). Al asumir la presidencia manifestó la intención de darle “una impronta más federal” a la gestión ambiental y se comprometió “a trabajar para mejorar la situación heredada a partir de una agenda común, que logre consensos entre las provincias y la Nación”.
Es la primera vez que un ministro de la Nación es elegido como presidente del Consejo.