JORNADA EN COLONIA BARON
Una jornada sobre implantación y manejo de pasturas de alfalfa y agropiro, que se llevó a cabo en Colonia Barón, concitó el interés de unos sesenta productores agropecuarios de varias localidades.
En representación del Ministerio de la Producción estuvo presente el director de Extensión Agropecuaria, Rodrigo Fernández, junto a la intendenta municipal, Sonia Luengo. Disertaron dos profesionales del INTA Anguil, la licenciada en Recursos Naturales, María de los Angeles Ruiz, y la ingeniera agrónoma, Laura Fontana.
Ruiz indicó que el agropiro es un recurso forrajero invernal perenne cuyo siembra va creciendo en la provincia y en algunos campos ya reemplaza a los verdeos anuales. Es una especie recomendable para suelos salinos y arenosos, más rústica que la festuca y tolera sequías e inundaciones. Además, resiste el PH elevado, no hay otra que lo supere en ese punto. Crece activamente en otoño y en primavera y si bien es una gramínea invernal en esa época del año su desarrollo es más lento por las bajas temperaturas aunque permanece verde y no se hela. Consultada sobre si el agropiro resiste pastoreos intensos, respondió afirmativamente, la expositora dejó en claro que siempre se debe dejar algo de remanente en el suelo. Recalcó, además, no sub pastorearlo al lote porque la planta panoja y las varas florales son muy duras y los animales las rechazan.
“Este pasto es muy bueno si se hace un buen manejo para que mantenga su calidad, es decir, no desarrolle mucha fibra”, apuntó la especialista. Recomendó siembra directa en “suelos problemáticos”, es decir, con salinidad o muy arenosos, en los cuales también se puede utilizar el método convencional. “Lo importante que no sea muy profunda y se compren semillas de buena calidad con poder germinativo”, precisó. “En Buenos Aires se lo usa mucho en toda la cuenca del Salado, de hecho fue traído por el ingeniero (Guillermo) Cobas para suelos arenosos de nuestra provincia, pero después próspero en aquella región bonaerense”, recordó la licenciada.
Fontana consideró que la implantación de alfalfa “es común” en La Pampa, aunque muchas veces los productores le dan “una reducida importancia” a la elección del lote. Necesita una buena fertilidad y el suelo no debe estar compactado. Los suelos del departamento Conhelo y Quemú tienen “un bajo nivel de fósforo” y es importante para la alfalfa “tener un nivel de fósforo de 20 partes por millón”, precisó la ingeniera. Recomendó semillas curadas e inoculadas y sembrar entre 8 y 10 kilos por hectárea, no más. Este año aparecieron muchas malezas y plagas como consecuencia de las lluvias, por eso, es de vital importancia controlar pulgones para que no aparezcan virus, entre ellos, el de la enación, que provoca un acartuchamiento de la hoja, verrugas en su base y una merma en la producción de entre 20 y 30 por ciento.
La intendenta Sonia Luengo destacó el trabajo mancomunado del Gobierno de La Pampa con una entidad de reconocimiento como es el INTA y lo interesante que fueron las disertaciones. “Queremos que el campo crezca, produzca cada vez más y en mejores condiciones para que pueda dar trabajo y rentabilidad al productor rural”, resaltó la mandataria comunal. Además, manifestó su preocupación por las “parcelas desaprovechas” en el ejido de Barón porque sus suelos presentan “salitrales y tosca”, convirtiéndose en “lugares donde la productividad es muy baja o nula”. > LA ARENA DEL CAMPO 19/03/2016 <